Me sorprende oír hablar alegremente a Artur Mas de que subirá las pensiones en su "estado propio" catalán.
A veces conviene bajar de las nubes de la demagogia electoral y tocar de pies en el suelo de la dura realidad, por mucho que a uno no le guste. En el último año del que se tienen datos, en 2011, la Seguridad Social en Cataluña cerró con números rojos.
Eso significa que las cotizaciones de los trabajadores catalanes no son suficientes para pagar las pensiones de los pensionistas catalanes, necesitándose una aportación extra del resto de España donde el ratio de afiliados sobre pensionistas es más elevado.
En euros contantes y sonantes, ese déficit de la Seguridad Social en Cataluña significa que las pensiones bajarían en 700 euros anuales por pensionista, si no existiera la aportación de las cotizaciones del resto de España.
Estos son los datos; otra cosa es el humo que algunos venden para que les voten.
Andrés Oviedo