El ex presidente de Repsol YPF pretende la Presidencia de la aerolínea y defiende le troceo de la misma. En esas circunstancias, los socios españoles buscados por Apax podrían dar marcha atrás. Florentino Pérez, José Manuel Lara, Juan Abelló no entraran si no queda claro cuál es el plan industrial de la empresa y si no se mantiene el actual equipo ejecutivo que lidera Fernando Conte. Ojo, Lufthansa- Marsans, con el apoyo de Cajamadrid, no ha dicho la última palabra y quiere tomar una decisión antes del jueves, cuando se reúna el Consejo. Tampoco Gonzalo Pascual ha renunciado a presidir Iberia

El representante en España del fondo de capital-riesgo Texas Pacific Group (TPG), Alfonso Cortina, se ha convertido en la principal barrera para la venta de Iberia. Y esto por dos razones. En primer lugar, porque no renuncia a presidir la Compañía, al menos durante los tres años en que TPG controlaría el capital y antes de que British Airways, el socio industrial, se haga con la mayoría.

Por cierto, una aclaración: BA no ha decidido entrar en la puja: lo decidió desde el primer momento. British quiere hacerse con Iberia, lo que no quiere es pagar, al menos por ahora. Se conforma con su actual 10%.

Recordemos que Iberia necesita un 50% de capital español. Ahora bien, Juan Abelló, José Manuel Lara, Florentino Pérez y otros millonarios contactados, no por TPG, sino por el fondo español APAX, no les gustan los modos de los norteamericanos, que conllevan desinversiones a corto plazo.

Además, todos estos posibles socios contrastados quien que Fernando Conte continúe en la Presidencia de Iberia, presidencia por la que lucha tanto Alfonso Cortina como Gonzalo Pascual, presidente de Marsans, de Spanair y socio de Lufthansa en Star Alliance.

Porque esa es la cuestión, Pascual también quiere hacerse con la Presidencia de Iberia, a pesar de que su labor en Spanair, en Air Comet y en Aerolíneas Argentinas deja mucho que desear. Los alemanes trabajan para hacer una oferta antes de que se reúna el Consejo de Iberia, el próximo jueves. Y cuentan con el apoyo de Caja Madrid.

En cualquier caso, ni al Gobierno ni a los actuales socios de la aerolínea parece preocuparles en qué manos quede Iberia: sólo quién paga más.