La ministra de Igualdad concede más importancia a la protección de datos que al derecho a la vida

En su discurso ante el Foro de la Nueva Sociedad, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, dejó caer su intención de promover la equidad en el acceso y la calidad de la interrupción voluntaria del trabajo. Sin embargo, cuando los asistentes le pidieron que profundizara en qué sentido creía la ministra que debía cambiarse la ley, Aído no aportó novedades y se refirió a la creación de un comité de expertos y expertas y a la ley que el Consejo de Ministros y Ministras aprobará (porque, al parecer, este Gobierno no necesita del Parlamento) para garantizar la protección de datos de las mujeres que cometen abortos y los profesionales que los ejecutan. La razón esgrimida por la ministra de Igualdad es que han ocurrido cosas inadmisibles aunque, por lo visto, no se refería a las 100.000 víctimas del aborto del pasado año. Por si no quedaba claro, a Bibiana Aído le parece más importante el derecho a la protección de datos que el derecho a la vida.

En cualquier caso ¿para qué el bluf de anunciar medidas ya conocidas sobre el aborto? Precisamente porque el Gobierno prepara el camino hacia el aborto oficialmente libre. Y sabe que antes hay que calentar el debate y hacer que la sociedad demande oportunamente lo que el Ejecutivo ya tiene previsto. ¿Qué tiene previsto? Lo explicaba otro ministro, Mariano Fernández Bermejo, responsable de la cartera de Justicia, en el Senado: Quiero ver si la ley que tenemos ha cumplido su ciclo, ver si hay una demanda social suficiente para modificarla; quiero ver si estamos de acuerdo en qué es lo que hay que modificar; quiero que el derecho de las mujeres se realice con plenas garantías y quiero regular el derecho de objeción de los médicos, que seguramente hace falta.