Sr. Director:
"Me mueve- dijo- la necesidad de sincerarnos con la vida. Quiero evitar que maten a alguien. No podemos manejar un lenguaje contradictorio y decir que defendemos la vida y los derechos humanos y, simultáneamente, le estamos negando la vida y sus derechos a un nuevo ser". ¿Salvará Paván a la niña o sucederá como en el caso español de la deficiente de Avilés (Asturias) que, en diciembre de 2004, con siete meses de gestación, llevaron las abortistas a Barcelona para que abortara?
Más de cien personas se habían ofrecido para adoptar al niño; entre ellos, un vallisoletano miembro de la Asociación Evangelium Vitae. Mientras se esperaba que el Fiscal del caso aceptara el ofrecimiento de adopción, saltó la noticia del aborto. En Valladolid se hizo una Misa de reparación: se trataba del martirio de un ser humano inocente que habría podido vivir permitiendo a la madre el término de la gestación o adelantándole el parto.
Sí les adelantan el parto, pero para dejar morir al bebé de hambre en un cubo de residuos sanitarios o hacerle papilla y arrojarlo luego al desagüe o ser utilizado como materia prima de productos de cosmética. ¿Es eso propio de una madre, por mal que se vea? ¿Es justo promover leyes para que se puedan hacer impunemente esas atrocidades? Dios nos ha de pedir cuenta, como leemos en la Biblia: "Pediré cuenta de la vida del hombre al hombre" (Génesis, 9,5).
Josefa Morales de Santiago
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