• El nuevo consejero delegado de Hochtief entra en el Consejo de la filial australiana para intentar poner orden en una filial incontrolable desde Madrid.
  • Y mientras, la prensa alemana se vuelca contra la española.
  • Dos problemas de deuda: la de ACS, por encima de 9.000 millones de euros y las de los principales accionistas: Florentino Pérez, los March y los Albertos.
  • Si la acción baja de 16 euros, Florentino Pérez debe refinanciar su deuda personal.

El problema del apalancamiento de la constructora ACS es doble. Por un lado, la deuda de la propia ACS, por otra, la de sus principales accionistas, asimismo apalancados: Florentino Pérez, los March y los Albertos.

La deuda personal del presidente Pérez, por ejemplo, exige renegociar cuando la acción de ACS baja de los 16 euros (ahora está en los 15,8 euros), lo que conlleva nuevas garantías.

En cuanto al apalancamiento de la empresa -con una deuda de más de 9.000 millones de euros- ha colocado a ACS en la necesidad de seguir desprendiéndose de activos. Con Iberdrola la batalla está perdida y ya poco se puede hacer. Pero hay que solucionar la filial alemana Hochtief -deuda superior a los 1.500 millones de euros- y con filial australiana Leighton, antaño la joya de la corona, pero que a ACS le ha sido imposible controlar desde Madrid, lo que le ha valido más de un susto.

Y en esas estamos. Marcelino Fernández Verdes (en la imagen) ya ha sido nombrado consejero delegado de Hochtief y ha entrado en el Consejo de Leighton. El programa es claro: potenciar la alemana y vender la filial australiana. Y, por esas dos razones, la prensa germana ya se ha echado encima de Verdes: le acusan de vaciar Hochtief con la venta de activos y con la sospecha -aciertan- de que se quiere desprender de la australiana Leighton.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com