Censura que el Ejército trata de vestirse de humanitario cuando tiene Agendas políticas detrás

Estuvo divertido cuando en la mañana de este jueves le preguntan a la presidenta de Médicos sin Fronteras, Paula Farias, sobre la ubicación de servicios sociales en Educación y sobre la posible merma de las competencias de Cooperación. No tengo esa sensación. ¿Y sobre la ubicación de servicio sociales? Perdonen, es que acabo de llegar de la India y no sabía que había un nuevo Gobierno. Lo dice con sinceridad. Está fuera de la realidad política. Dice mantener una excelente relación con Cooperación, pero desconoce las cocinas de la política. Su financiación es pública.

Por eso se mantiene al margen de los debates políticos. No opina sobre la crisis económica, aunque reconoce que probablemente afectará a las organizaciones humanitarias. No opina sobre los conflictos políticos. Habla mucho de las víctimas, pero no de los verdugos. No trata de buscar soluciones políticas. Sólo de atender a las víctimas de hoy. El pan para mañana a veces llega muy tarde.

Sobre el ejército, lamenta que hayan usurpado perversa de un espacio que era de ellos. ¿Qué es eso de soldados cooperantes? ¿Dónde están las armas en los anuncios de las Fuerzas Armadas?, se pregunta. Al final, siempre terminan apareciendo las agendas políticas. La experiencia ha sido amarga. Los militares han ido revestidos de coches blancos y banderas blancas. Eso les ha permitido entrar sin generar desconfianza. Pero el pastel se ha terminado destapando. Y las víctimas han sido ellos. Cinco compañeros de MSF fueron asesinados y la misión en Afganistán tuvo que suspenderse.