Por su interés, publicamos este artículo que se debe a la pluma de José Luis Navas, director de vistazoalaprensa.com. En él figura también una famosa exposición sobre el aborto, del fallecido cardenal Wyszinski. 

Sr. Director:

El PSOE permitirá el aborto libre hasta los tres meses. Esta es la noticia que leíamos el viernes 26 en los periódicos. Era el titular. Los sumarios decían: Anuncia una inminente ley de plazos "porque los supuestos actuales no amparan muchos de los casos en que se hallan los jóvenes". El proyecto es similar al que los socialistas diseñaron en su anterior etapa de Gobierno y no llegaron a aprobar.

El pasado 11 de marzo nos vistió de luto a todos porque unos forajidos pusieron unas bombas en los vagones de unos trenes que acabaron con la vida de casi doscientas personas e hirieron a más de 1.500. Entre los muertos, dos mujeres embarazadas que se llevaron con ellas a sus hijos. Hay que acabar con el terrorismo, con toda clase de terrorismo. En 2002, hubo en España más de 70.000 muertos por el terrorismo refinado y legalizado, por el bombazo intrauterino. Se dice pronto: sólo aquí, a nuestro alrededor, murieron 70.000 niños en el seno materno. ¡Y no pasa nada! 

La fotografía que acompaña a este texto fue tomada en 1999, durante una operación que realizó el cirujano norteamericano Paul Harris a un niño, aún en el vientre de su madre. Tenía tres meses de vida y hoy anda por ahí muy sano y agradecido a las manos que le libraron de una malformación corregida antes de nacer. Se llama Alexander. Una niña, que ahora tendría su misma edad, no tiene nombre. No le dejaron nacer.

"5 de octubre:

Hoy comienza mi vida. Mis padres todavía lo ignoran. Soy tan pequeña como una semilla de manzana, pero ya tengo vida. Y voy a ser una niña. Tendré los cabellos rubios, los ojos azules. Todo está dispuesto por anticipado. Incluso que me gustarán las flores.

19 de octubre:

He crecido un poco, pero soy aún demasiado pequeña para poder hacer nada por mí misma. Mi madre lo hace todo por mí. Y (lo que es curioso) ella no sabe todavía que me lleva junto a su corazón y que me ayuda sin cesar. Es muy buena. Algunos dicen que yo no soy aún verdadera persona humana; que solamente existe mi madre. Pero, sin embargo, soy en realidad una persona, lo mismo que una miguita de pan es pan. Mi madre vive realmente y yo también.

23 de octubre:

Mi boca está a punto de abrirse. Pensadlo: dentro de un año, poco más o menos, yo sabré reír y, un poco más tarde, hablar. Sé que mi primera palabra será: ¡mamá!

28 de octubre:

Mi corazón ha empezado a latir hoy por sí mismo. A partir de ahora continuará latiendo hasta el fin de mi vida, sin jamás pararse a descansar. Y pasados muchos años, se fatigará, se parará y, entonces, moriré.

2 de noviembre:

Crezco un poco cada día. Mis brazos y piernas comienzan a formarse, pero tendré que esperar bastante hasta que mis piernecitas puedan llevarme a los brazos de mi madre, y antes de que estos brazos, tan pequeños, sean capaces de presentarle unas flores o de abrazar a mi padre.

12 de noviembre:

Las florecillas de los dedos empiezan a brotar de mis manos. Es maravilloso ver los pequeñitos que son. Seré capaz de agarrar los cabellos de mi madre con ellos. Y llevaré sus cabellos a mi boca, y ella seguramente me dirá: ¡Oh, picarilla!

20 de noviembre:

Hasta hoy el médico no le había dicho a mi madre que yo vivía junto a su corazón. ¡Qué contenta debe de estar! ¿Estás contenta, mamá?

25 de noviembre:

Mi padre y mi madre seguramente están pensando qué nombre me van a poner. Pero no saben siquiera que soy niña.

10 de diciembre:

Mis cabellos crecen. Son suaves, claros y relucientes. Yo me pregunto cómo serán los de mamá.

24 de diciembre:

Me preguntó si mamá escucha el ruido de mi corazón al latir. Mi corazón es fuerte y sano. Late con regularidad. ¡Tendrás una hija muy fuerte mamá!

28 de diciembre:

Hoy, mi madre me ha matado".

El Cardenal Wyszinski, escribió este texto cuando era primado de Polonia, en 1970. Tuve la fortuna de leerlo entonces. Lo recorté del periódico donde se reprodujo, aquí, en España, y lo llevo en la cartera. Cuando me hablan del aborto, lo sacó, desdoblo el papel ya amarillento y lo leo. Hoy lo ilustro con la foto de Alexander, que, agarrando con su manita el dedo del doctor Harris, se aferra a la vida.


José Luis Navas

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