Es un tipo listo, ordenado, capaz, el líder de CIU, Artur Mas. Estuvo en Madrid y habló de la sacralización del poder, que es lo que ocurre cuando los políticos sólo piensan en clave electoral y se olvidan de que su función es servir al público. Oiga, y lo dijo sin reñirse. Y yo creo que lo cree.

Luego vino la pregunta sobre la nueva ley del aborto de Bibiana Aído. La verdad es que a los políticos tibios, tipo derecha española del PP o derecha catalana de CIU. El zapatismo más enloquecido se lo ha puesto fácil. Respuesta de Mas:

-Es una aberración. Una muchacha de 16 años no puede entrar en una discoteca según a qué horas, no puede beber alcohol según a qué hora, no puede conducir, pero sí puede abortar sin decírselo a nadie... una aberración. Me alegro de que el PNV haya opuesto condiciones.

O sea, que el aborto a los 16 años es una aberración pero a los 18 no. Por lo demás, lo del PNV es tan vergonzoso como lo del PP: votará a favor de la ley si respeta la objeción de conciencia del médico y eleva el consentimiento paterno necesario hasta los 18 años.

Menos mal.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com