Francisco Pérez Munielo, General de División y ex Director General de Asuntos Económicos del Ministerio de Defensa, lo reconoce en la Revista Atenea: "Es evidente la insuficiencia de las dotaciones presupuestarias actuales para atender las necesidades de las Fuerzas Armadas y los compromisos contraídos con la industria"
Es decir, las cuentas no salen. Los programas de las Fuerzas Armadas suman un total de 27.000 millones de euros, susceptibles a incrementarse; hasta el presente sólo se han pagado 4.100 millones. En el presente ejercicio sólo se cuenta con una asignación de 204 millones de euros.
Ante el Parlamento, la ministra de Defensa, Carme Chacón, asegura que las Fuerzas Armadas cuentan con los mejores recursos en sus misiones (de paz) en el exterior. No obstante, los recortes en Defensa pretendían lanzar el mensaje de que el Gobierno no gasta en balas, sino en magdalenas. La diferencia es aún más llamativa en un ciclo largo: en la década de los ochenta la asignación para defensa superaba el 2% del PIB, se situó por encima del 1% en los noventa y en 2011 es del 0,66%.
El daño colateral lo sufre la industria. En una perspectiva de futuro, Pérez Munielo, considera que de no superar esta actual crisis de las finanzas de defensa, podríamos encontrarnos ante una situación igual de grave que la del principio de la década de los noventa: la desaparición de muchas empresas y la pérdida de más de la mitad de los puestos de trabajo.
Rodrigo Martín
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