Debe haber una asignatura que enseñe los valores de nuestra Constitución y las buenas maneras, un tesoro que se va perdiendo.
El PP prometió abolir Educación para la Ciudadanía, esa asignatura que corrompe el alma y el corazón de los niños. De ninguna forma, se debe consentir una asignatura que ponga el énfasis en el sexo y en la aceptación de lo nefando, como el aborto, la eutanasia, las prácticas sexuales antinaturales, dando todo eso por bueno y como signo de progreso. A los niños y a los adolescentes hay que educarlos para el esfuerzo, y así serán útiles para sí y para la sociedad.
Por el contrario, se pretende educarlos para el placer, que enerva la voluntad y los hace débiles y fácilmente manipulables. Hay que educar en el espíritu de servicio, que va acompañado del espíritu de sacrificio (imprescindible para prosperar y ayudar a los demás). Necesitamos jóvenes fuertes, con espíritu crítico, no con la cabeza rebosando ideologías. Hay que educar para el amor, que es entrega generosa, fuente de felicidad y de vida.
Josefa Morales de Santiago