Se revuelve ante quienes le encasillan como "progresista"
Los de la SER son así. A los amigos se lo ponen como a Felipe II. Así que aprovechando un desayuno informativo celebrado en la mañana de este martes, le preguntan al juez Bermúdez si sería partidario de que la Audiencia Nacional conociera las causas de las mafias ilegales que trafican con personas.
"Es conocida en su casa mi posición sobre ese tema porque la he reiterado en varias ocasiones", responde Bermúdez con cercanía. Buen rollito más allá de la mera cortesía. Y ya que se la ponen como a Felipe II, Bermúdez aprovecha para señalar que sería muy bueno que la AN pudiera conocer de estos temas para que pudiera ser más eficaz en la lucha contra la delincuencia organizada. Además, el juez considera que la relación con drogas y narcotráfico hace conveniente esa ubicación judicial. Eso sí, Bermúdez clarifica que no quiere más competencias, sino que "le quiten unas y le den otras".
Pero regresemos al buen rollo con la SER. La evidencia del pasteleo ha quedado a la vista de todos los comensales. No obstante, Bermúdez se ha mostrado muy agresivo contra los etiquetajes de los jueces. Le preguntan qué opina ante quienes piensan que se ha traicionado a los suyos firmando un manifiesto contra la propuesta popular de reformar la ley penal del menor.
El juzgador solitario, salta. "Aquí hay tres perversiones. En primer lugar presuponer que los vocales del CGPJ por el hecho de ser nombrados por el Parlamento son correas de transmisión; en segundo lugar, que los cargos nombrados por esos vocales no son independientes de quien nombró a quien nombró". Vamos, que no le sentó muy bien. Señala que cada uno puede tener su ideología, pero que el pensamiento jurídico es mucho más rico.