El PSOE obtendría 23 diputados, el PP otros 23, los nacionalistas moderados (CIU, PNV y compañía) 2, los nacionalistas independentistas (ERC, Bloque, EA, etc.) otro y el último, el cincuenta, para los comunistas de Izquierda Unida. Ese sería el resultado de las elecciones europeas según el oficial, y muy oficialista, Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Al igual que ocurrió en las Generales de 2008, la principal conclusión es que el sistema se bipartidiza, a pesar de la entrada de Rosa Díez en el Congreso, casi una nota de color. No, no sólo se avanza hacia una regeneración del Sistema a costa de la entrada de otras formaciones -no digamos nada de esa maravilla que serían las listas abiertas, sino que el reducido elenco de partidos con representación parlamentaria aún se reduce más: se bipartidiza.

Muchos insensatos aseguran que es un fenómeno positivo, porque estabiliza la vida política. Y es muy cierto, el bipartidismo estabiliza la vida política tanto, tanto, que cada vez las democracias occidentales se parecen más a un cementerio y a la vez más a las democracias occidentales se pervierten y la ciudadanía se aleja más de la corrupción sistémica de una clase política profesionalizada.

Volvemos así a los valores no negociables, según los cuales deberían votar todos aquéllos que crean en los valores que han construido Europa. Millones de españoles creen en ellos, pero apenas saben qué partidos los defienden, dado que esos partidos no tienen respaldo ni financiero ni mediático, no tienen medios para darse a conocer.

Nada menos.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com