Rectitud de intención

Uno puede creer que su adversario es un tipo equivocado, que dice barbaridades enormes, pero que cree en lo que dice. Ése no es un sectario, sino un tipo noble con el que siempre se puede llegara a un acuerdo. Pero si no piensa que el otro se mueve por razones espurias, entonces estamos perdidos. El sectarismo es el reino del prejuicio frente a la lógica.

¿Qué diferencia a la joven América con todos sus defectos -que son muchos- de la vieja Europa? Que la ignorante joven América es mucho menos sectaria que la vieja Europa. Y esta es la razón por la que el electorado estadounidense se mueve más que el europeo, pues en el Viejo Continente las elecciones las deciden un minúsculo grupo de indecisos y cuestiones particulares de cada país, pongamos el nacionalismo en España o la cuestión social en Francia.

Pueden crucificar a Bush por haberles metido en la guerra de Irak, pero creen en la buena voluntad de Bush, de la misma forma que el votante republicano cree en la buena voluntad de Obama y el republicano en la de McCain. Como en España, mismamente.

Novedades sobre la campaña electoral. Prosigue la labor de linchamiento, a escala mundial, contra Sarah Palin, el objetivo a batir el por Nuevo Orden que ha convertido a Obama en su gran favorito. Casi todos los medios han aceptado las tesis machistas (los únicos que no son machistas somos los cristianos, que creemos en la inteligencia femenina, mientra que los progres sólo creen en el derecho de la mujer al sexo, a ser posible con ellos) de que una madre con cinco hijos no puede ser inteligente. Así, todo lo dicho por Palin se ha interpretado en el vaso de la previa deformación del discurso cultural imperante, ese que con tanto riesgo absorben los medios.

Como es sabido discrepo visceralmente de Palin en su apoyo a la invasión de Irak, pero no se  la puede ridiculizar por decir que había un peligro y que el mismo Bush ya ha reconocido que no sabían de armas de destrucción masiva. Primero porque esas armas no agotan la cuestión y segundo porque si algo pretende McCain y Palin es romper con un Bush que se ha convertido en el blanco de intelectuales, periodistas y cineastas (ahí está la sátira que estrena Oliver Stone, la primera sobre un presidente en vida). Pero ya decía Einstein que es más fácil romper el átomo que romper un prejuicio.

Precisamente, George Bush acaba de dictar una orden que los demócratas deberían aprovechar: ha dado permiso a sus tropas en Afganistán a penetrar en el vecino Pakistán para hostigar a los talibanes refugiados en el país vecino. Mejor que venga el permiso oficial -desde luego no social- de las fuerzas políticas paquistaníes. De otra forma, estaríamos ante otro error monumental del presidente republicano. No porque sea ilegal, sino porque es injusto y provocará muchas muertes. Ahora mismo, Pakistán es más inestable que cualquier país del Golfo.

Si el objetivo a batir por los demócratas es Palin deberían atacarla en su propio campo. Quiero decir, George Bush fue "acusado" de querer terminar con el 'derecho' al aborto en Estados Unidos. Ocho años después, lo único que ha hecho es suprimir el infanticidio del aborto por nacimiento parcial y la reducción del apoyo financiero a la supranacional abortista internacional, por vía independiente o a través Naciones Unidas. Es muy poco. Todo lo demás continúa como lo dejó Bill Clinton. Si McCain gana, ¿qué hará Sarah Palin al respecto? Porque se puede hacer mucho más. Comenzando, claro está, por la prohibición total y absoluta del aborto. Eso sí seria ponérselo complicado a la gobernadora de Alaska. Lo otro, no es otra cosa que retorcimiento o manipulación de sus palabras.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com