Ante la cercanía de las elecciones europeas, el gran reto de los partidos que aspiran a dominar el Parlamento de Estrasburgo es el de combatir el creciente euroescepticismo.
Se trata de suscitar un nuevo interés por el complejo proceso de integración del viejo continente, y sobre todo, la confianza en que el futuro se debe construir desde la cohesión de las políticas económicas y sociales.
Para los españoles este proceso ofrece, además, un interés añadido ante el reto de los nacionalismos interiores que pretenden la desintegración de España aunque aspiren, contradictoriamente, a mantener su integración en la Unión Europea.
El proyecto de unir a Europa fue concebido, precisamente, como un decisivo instrumento político destinado a superar los movimientos nacionalistas que provocaron las dos guerras mundiales el pasado siglo y de los que tenemos un claro reflejo en lo que pasa en Ucrania estos días.
José Morales Martín