En la ciudad egipcia de Beni Suef, su corte criminal ha sentenciado a toda una familia a quince años de prisión por haberse convertido al cristianismo.
Beni Suef se encuentra en la ribera oriental del Nilo, unos 115 kilómetros al sur de El Cairo. Se trata de una historia simple.
La bella Nadia nació y pasó su infancia en el seno de una familia copta. Los coptos integran el 10% de la población total del país. Debió convertirse al Islam cuando, hace 23 años, se casó con Mohamed Abdel-Wahhab Mustafá. Luego de enviudar, ella y sus siete hijos decidieron retornar abiertamente a la fe cristiana.
Durante los últimos años del gobierno Mubarak se afanaron por conseguir la ayuda de funcionarios laicos para obtener nuevas tarjetas de identidad. Pero cuando Mohamed Mursi asumió el gobierno, tanto Nadia como sus hijos y algunos burócratas bajo sospecha fueron sentenciados a prisión. Ya tenían los papeles.
Les han caído 15 años.
Esto es muy grave: demuestra cuán en serio se están tomando las prescripciones del nuevo gobierno islamista. Sin duda se trata de uno de los frutos de la "Primavera árabe" del Norte de África.
Enric Barrull Casals