Este militar, con la graduación de Capitán, murió mártir por una añagaza sublime.

 

En una ocasión el emperador Licinio visitó su campamento portando un gran número de esculturas en oro y plata de ídolos, con objeto de que las gentes los adorasen. Teodoro se los pidió para limpiarlos y perfumarlos. Pero lo que hizo fue romperlos en trozos, fundirlos y darlos a los pobres. Éstos, conmovidos, fueron a dar las gracias masivamente al emperador. Pero Licinio sospechó que Teodoro no había troceado los ídolos sólo para entregárselos a los pobres, sino también para destruirlos. A la pregunta directa, Teodoro confesó ser cristiano. Fue torturado pero superó el suplicio por lo que fue decapitado hacia el año 319 en Heraklea.

 

El ejemplo de San Teodoro es válido hoy día, cuando, por ejemplo, los que saben, aseguran que no haría falta invertir tanto en armamento para preservar la paz del mundo.

 

 

 

(Las fuentes principales, que no las únicas, de las que se han tomado los datos para redactar la Sección "Hoy no se olvide de felicitar a…", y a cuyos autores se muestra el agradecimiento y reconocimiento debidos, son las siguientes:

Direcciones de Internet: archimadrid. es; churchforum.org; aciprensa.com; encuentra.com; planalfa.es; ewtn.com; serviciocatolico.com; buscabiografias.com; y es. catholic.net.

Libros: Los clásicos de siglos pasados de Santiago de la Vorágine, Ribadeneira y Croisset; "Nuevo Misal Popular Iberoamericano"; Dos mil Años de Santos", Ed. Palabra; "El libro de los santos", Ediciones Internacionales Universitarias; "La casa de los santos", Ed. Rialp; "Los santos del calendario cristiano", Ed. San Pablo; "Il grande libro dei Santi", Edizioni San Paolo; "Gran Enciclopedia Rialp"; "Año Cristiano" Ed. B.A.C; y "Nuevo Año Cristiano", EDIBESA; estas cuatro últimas publicaciones facilitan las mejores referencias bibliográficas sobre San Teodoro, el Capitán).

 

 

                                                                                                            Pilar Riestra