Corría el siglo XIX cuando se produjeron los primeros mártires del Africa negra y lo fueron por no querer satisfacer las apetencias homosexuales del rey Mwanga. También influyó el hecho de que Mwanga vio en los cristianos unos enemigos del tráfico de esclavos, que tan pingües beneficios le proporcionaba. Carlos Luanga era el jefe de la guardia y tenía 19 años, el paje Kizito, 13, y el resto, hasta 21, en torno a diecinueve. Concretamente, a Carlos y Kizito los quemaron vivos en la colina de Namugongo el 3 de Junio de 1886. Los demás fueron torturados y decapitados.
La enseñanza de estos mártires la resume C. Pujol: "Es bien sabido que hoy la sodomía más que el fuego del cielo atrae plácemes, honores y la consideración de un refinamiento superior que casi despierta envidia en quienes no están inclinados en prácticas contra natura. Se juzgaría una monstruosidad hacer morir en la hoguera –como se acostumbraba antaño- a los invertidos.
(Las fuentes principales, que no las únicas, de las que se han tomado los datos para redactar
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Libros: Los clásicos de siglos pasados de Santiago de
Pilar Riestra