Entre esas cuentas de alto perfil podría encontrarse la del presidente Trump, los documentos confirmaron la existencia de “un filtro de visibilidad” contra los tuits de Trump incluso cuando no contenían “una violación concreta"
¿Puede Donald Trump convertirse en un hombre moderado, paciente, en su táctica internacional? Pues depende de cómo se mire. El gesto de parar in extremis los ataques a Irán porque los daños colaterales se concretaban en 150 víctimas mortales, da la sensación de que, a pesar de dominar la situación que es lo que verdaderamente quiere transmitir, es capaz de ser compasivo. Un halcón, pero compasivo.
Desde Camp David y mientras planea, entre otras cosas, las distintas opciones con respecto a Teherán que incluyen endurecer el embargo económico, el presidente norteamericano ha manifestado su esperanza de que los gobernantes iraníes sean "inteligentes" y "sigan preocupándose por su pueblo". Defiende la posibilidad de "empezar de nuevo" y "hacer a Irán grande otra vez" parafraseando su lema de campaña, "hacer América grande otra vez".
Incluso, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo ha asegurado que Estados Unidos está dispuesto a comprometerse “cuando llegue el momento adecuado" y ha insistido en que cuando Teherán decida "renunciar a la violencia y enfrentarse a nuestra diplomacia con diplomacia, ya sabe cómo encontrarnos".
El presidente norteamericano ha manifestado su esperanza de que los gobernantes iraníes sean "inteligentes" y "sigan preocupándose por su pueblo"
Mientras tanto, el mismo día en el que Trump mostraba su lado más conciliador con el régimen de Hasán Rohani, Estados Unidos lanzó una serie de ciberataques contra ordenadores que regulan los sistemas de lanzamiento de misiles en Iran. El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, fue el encargado en esta ocasión de poner los puntos sobre las íes y de advertir a Teherán de que no debe confundir la "prudencia" de EEUU con "debilidad", además de demostrar que el país controla también el poder tecnológico, mucho menos visual y espectacular que la acciones concretas sobre objetivos que suelen causar rechazo, pero seguramente más efectivo.
En la misma línea se produce la decisión de aplazar las deportaciones masivas a la espera de que demócratas y republicanos lleguen a un acuerdo. Trump no solo intenta mostrarse ‘conciliador’ con los de casa y hacer una concesión a la solicitud de la oposición "para ver si demócratas y republicanos pueden reunirse y encontrar una solución a los problemas de asilo y los vacíos legales en la frontera sur", sino que hace un gesto de cara al exterior y agradece la actitud de México respecto al acuerdo migratorio que han alcanzado. “Han venido ilegalmente a nuestro país y lo estamos sacando legalmente, les llevamos de vuelta a su país. Quiero agradecer, por ello, la labor de México. Llegamos a un acuerdo, debido a la amenaza de los aranceles es verdad, pero llegamos a un acuerdo y hasta ahora lo están cumpliendo muy bien. Muchas cosas están cambiando pero el Congreso tiene que decir algo rápido sobre el asilo y tapar las lagunas legales. Espero que los demócratas lo hagan porque existe una emergencia nacional”.
“Han venido ilegalmente a nuestro país y lo estamos sacando legalmente, les llevamos de vuelta a su país. Quiero agradecer, por ello, la labor de México", decía Trump en twitter
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que habría llamado por teléfono a Trump en la noche del pasado viernes para pedír personalmente que aplazara la decisión, dio la bienvenida a la prórroga de dos semanas.“Presidente, el retraso es bienvenido. Se necesita tiempo para una reforma migratoria integral. Las familias deben permanecer juntas”.
Lo que no se sabe lo que pensará Trump de su colega antieuropeo Boris Jhonson, que ha sido noticia este fin de semana porque, también el jueves pasado, protagonizó una bronca a gritos con su novia, Carrie Symonds, en el domicilio que comparte con ella en Londres. Todos los periódicos locales se hacían eco de la noticia, avanzada en exclusiva por The Guardian que contaba en sus páginas cómo un vecino escuchó “gritos, portazos y ruidos” en la vivienda del exalcalde de la capital británica y, al no recibir respuesta cuando llamó a la puerta para comprobar qué ocurría, decidió alertar a las autoridades. La policía metropolitana de Londres se personó en el domicilio y, según explicó en un escueto comunicado posteriormente, comprobaron que la pareja estaba “a salvo y bien” y descartaron cualquier tipo de “acción policial”.
Trump ha mostrado abiertamente su apoyo a Jhonson. "En realidad, lo he estudiado mucho. Conozco a los diferentes jugadores. Pero creo que Boris haría un muy buen trabajo. Creo que sería excelente", decía hace algunas semanas. Johnson es defensor de la línea dura del Brexit, postura que Trump comparte y que se ha encargado de hacer saber recientemente antes y durante su visita al Reino Unido a principios de este mes