- Sorprende la ausencia de regulación de los intermediarios financieros que están fuera del sistema bancario tradicional, advierte Roldán.
- Y esa situación puede provocar, tarde o temprano, situaciones de riesgo o de falta de una respuesta adecuada.
- Y a nadie se le escapa el creciente protagonismo de los fondos en la financiación de la economía o en la reestructuración de empresas españolas.
El presidente de la patronal bancaria, José María Roldán (en la imagen), ha reconocido este lunes que no hay en estos momentos un sistema regulador y supervisor para afrontar los desafíos que plantea la conocida como banca en la sombra, medidos, por ejemplo, en la identificación de sus riesgos o la capacidad de respuesta para afrontar los escenarios que plantean lidiar con ella. Nada que ver con el sistema bancario tradicional, en el que ocurre todo lo contrario. Ya saben que esa banca en la sombra es precisamente la que queda fuera del foco de la vigilancia y supervisión del BCE. Vamos, que a un banco, para que me entiendan, le exigen, por ejemplo, un coeficiente de recursos propios si quiere ser generoso en créditos. Pero la actividad financiera no regulada, desde los distintos fondos -con más o menos riesgo, más o menos especulativos- a otros intermediarios financieros, que están fuera de los controles del sistema bancario, quedan al margen de esas exigencias. Y eso, claro, puede plantear algunos problemas. Es lo que ha venido a decir, sin decirlo realmente, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB). La reflexión de Roldán venía a cuento del recordatorio que han lanzado algunos organismos como el Fondo Monetario o el BCE, en el sentido de que se está produciendo un desplazamiento de los riesgos del sector bancario tradicional a la banca en sombra, a los efectos como si fueran operaciones fuera de balance para una entidad de crédito. Lo vemos a diario con el traspaso de negocio bancario (una cartera de créditos por aquí, un cartera inmobiliaria por allá, etc.). Equivale de algún modo a una renuncia del propio banquero a trabajar en lo suyo, pero no provoca escrúpulos ni en la entidad que vende ni en el fondo que compra. Roldán ha participado en la presentación del Observatorio sobre la reforma de los mercados financieros europeos, de la Fundación de Estudios Financieros (FEF), en el que se advierte precisamente del aumento de actividad y presencia la banca en la sombra, aunque matizando que "no se puede caer en la tentación de considerarla una amenaza para la estabilidad financiera", aunque genere riesgos. Y es que a la vista de todo el creciente protagonismo de los fondos de inversión en la financiación de la economía real o en la reestructuración de las empresas española. Lo seguirán teniendo, ha dicho Roldán. Mariano Tomás mariano@hispanidad.com