- La lealtad de Salvador Gabarró, presidente de Gas Natural Fenosa (GNF): "Mi jubilación depende del señor Fainé".
- Venta de acciones. Para Repsol, Gas Natural Fenosa es inversión estratégica… pero venderá, al igual que Criteria (entre un 10 y un 12% por cabeza).
- GNF no entra en la compra de Endesa: "operación imposible" porque no se sabe si se va a hacer y por problemas de competencia. Eso sí, "si ENEL la trocea…".
- Para Gabarró, "en España, hay atasco político que impide tomar decisiones de inversión".
- No olvidemos que Gabarró no cree en la independencia: ni la cree posible ni pertinente.
Como
adelantara Hispanidad,
Isidro Fainé ha decidido abandonar la Presidencia de Caixabank y optar por presidir la
Fundación Bancaria Caixa (La Caixa) y la sociedad de cartera
Criteria, propietaria de sus participaciones industriales, salvo las de
Repsol y
Telefónica. Esta renovación se hará
antes del 30 de junio.
Al mismo tiempo,
la Junta General de Accionistas de Gas Natural Fenosa, celebrada el miércoles 4 de mayo en Barcelona ha decidido
renovar como consejero, por otros cuatro años, a quien es su presidente, Salvador Gabarró.
¿Significa esto que vaya a ser presidente durante esos cuatro años? Naturalmente que no. No tiene nada que ver. Puede cesar, o dimitir, mañana mismo.
Y lo hará, porque, como el propio Gabarró (
en la imagen) reconoce, que "
mi jubilación depende del señor Fainé". Es más, por si alguien lo había olvidado,
Gabarró recuerda que existe un acuerdo entre los dos máximos accionistas (Caixa, con un 34,5% y Repsol, con un 30%) según el cual
La Caixa nombra al presidente de GNF mientras Repsol designa al Ceo.
En cualquier caso, es raro encontrarse en una gran empresa -una jungla con navajas- a un hombre como Gabarró,
leal a las instituciones de la que cobra y leal a su jefe de filas,
Isidro Fainé, un personaje dispuesto a cubrir las plazas que no quiere nadie. Y no es humildico, es un personaje humilde que ha realizado, junto al Ceo,
Rafael Villaseca, un espléndido trabajo en GNF a lo largo de los últimos años. Hoy GNF es una empresa más grande y más sólida que cuando él entró.
No obstante abandonará GNF en cuanto Fainé se lo pida. Y probablemente se lo pedirá, más allá del 30 de junio, no mucho más allá, para que no se dé el pequeño absurdo de que el presidente de Criteria
no tenga sitio en la Presidencia de una compañía del Ibex 35.
En cualquier caso, mis respetos señor Gabarró.
Y a todo esto, ¿qué pasará con
Rafael Villaseca, Ceo de Gas? Pues Fainé confía en él, así que lo lógico es que el primer ejecutivo permanezca en su puesto. Ahora bien, probablemente
no será lo mismo para él con Fainé como presidente. La cabra tira al monte y Fainé es incapaz de no exigir mucha información para tomar decisiones.
La otra gran cuestión es si
Repsol y Caixa-Criteria reducirán sus participaciones en GNF. Sí que la reducirán, lo que ocurre es que ahí
Isidro Fainé y
Antonio Brufau libran un pulso eterno. También lo adelantó este diario electrónico:
hubo un principio de acuerdo entre un
Fainé y Brufau pero, al final,
Repsol colocó activos en Perú y logró capear el temporal provocado por el letal descenso de los precios del crudo, nada menos que un 44% en tres años.
Gabarró,
a preguntas de Hispanidad, se acoge a la mentira institucional de asegurar que no hay calendario de venta. Por supuesto, depende sólo de que
Brufau y Fainé se decidan a vender entre un 10 y un 15% cada uno. Depende, como reconoce Gabarró, de que Repsol tenga necesidad de liquidez (ojo, que Caixa-Caixabank también puede tenerlo)
y se decida a vender.
Y Gabarró apunta otra cuestión interesante, que viene a explicar por qué Brufau se resiste a vender, aunque, por supuesto,
sin que se enfade Brufau. A fin de cuentas, cuando surgieron las tensiones en la petrolera y la gasera por las ventas de gas a
Cristina Kirchner, Gabarró era el único que mantenía la interlocución con Brufau. Pues bien, asegura el presidente de GNF, citando al Ceo de Repsol,
Josu Jon Imaz, para quien la inversión en GNF es estratégica.
Y luego, como quien no quiere la cosa,
Gabarró responde a Hispanidad que sí, que también le viene bien a la petrolera
mantener la participación en la gasera y eléctrica, porque, oiga usted, las agencias de riesgo lo valoran a favor.
Dicho todo esto,
Caixa y Repsol acabarán vendiendo una parte de su participación en
GNF, manteniendo su poder relativo. Ambos planean vender entre un 10 y un 15%, para que Caixa se quede con el 25% y
Repsol con un 20%... más o menos.
Entendámonos: en Cataluña consideran que
Gas Natural Fenosa es una empresa catalana del
entorno Caixa, mientras que Repsol fue una apuesta circunstancial para defender la catalanidad y 'caixidad' de Gas Natural.
Sí, Brufau no piensa así.
Otra cuestión relevante en esta etapa de cambios acelerados en la cúpula empresarial catalana.
Gas Natural fue aquella empresa que lanzó la opa a Endesa y todo Madrid se opuso a que los pérfidos catalanes tomarán la antigua eléctrica pública española (como antes a que tomaran la privada
Iberdrola). Al final, tras la guerra civil entre españoles,
Endesa terminó en manos de la italiana estatal ENEL, que se ha encargado de vaciarla y llevarse el dinero a Roma.
Ahora, convenientemente jibarizada, ENEL ha puesto en venta Endesa y no consigue venderla porque previamente la ha vaciado. De hecho, a la espera del nuevo Gobierno de Madrid,
los italianos contemplan la posibilidad de trocear Endesa y venderla por partes. Pues bien, Gabarró califica como "operación imposible" que GNF compre Endesa. Ahora bien, "si se trocea…".
No es ninguna tontería porque los chicos de
Borja Prado se han dado cuenta de que no puede vender una carcasa vacía que es en lo que han convertido Endesa. La han quitado los
activos iberoamericanos y han succionado su capacidad de generación de recursos con unos
dividendos extraordinarios y la venta de un 20% en
bolsa. Los italianos se han forrado, pero ahora no logran colocar el 70% de Endesa entre
fondos. A lo mejor la venden por trozos. Y entonces sí, entonces GNF, que sigue siendo una empresa más gasera que eléctrica,
entraría de lleno en el asunto. Aún en el difícil mercado eléctrico español.
Mientras tanto,
Gabarró se aferra a lo de la operación imposible porque
la Competencia no lo permitiría. La verdad, es dudoso que la
CNMC pusiera pegas a que la tercera eléctrica española comprara la segunda, sólo en España… siendo la primera
Iberdrola, la más capitalizada de Europa.
¿Y en política? Aclaremos algo:
Gabarró es un hombre que no sólo no cree en la independencia de Cataluña sino que piensa que es imposible y que si fuera posible sería malísimo para Cataluña. Entre nosotros, le parece una chorrada.
Ahora bien, deja claro que
no le gusta lo que ocurre es España. Y así, habla de "atasco político", que, encima, "
está paralizando la toma de decisiones de inversión", al tiempo que cifra el presente año 2016 como un año perdido. Yo pensaba que estábamos muy bien sin gobierno, y sigo pensándolo, pero es cierto que, a efectos de inversión, sólo eso,
a lo mejor no es lo más deseable. En todo lo demás, aprovechad muchachos y sed felices: tenemos un gobierno en funciones.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com