• El nuevo presidente cierra su primer ejercicio con 641 millones de pérdidas.
  • Las crisis no se solucionan con menos gastos sino con más ingresos.
  • ¿Cuántas veces ha limpiado la compañía el señor Abril?
  • Las ventas caen, los márgenes también y la deuda sube en el primer año del nuevo presidente.
  • Ojo con los 321 millones de pérdidas de Brasil, un pozo sin fondo.
  • Y los responsables de Brasil y de control financiero se han marchado a casa con 4 millones de euros por cabeza.
  • Continúa el consejero delegado, Javier de Andrés, supuesto co-responsable del desastre Monzón.
  • El problema es que no parece haber ninguna unidad de negocio rentable ni ningún plan de negocio.
  • Ahora hay que esperar a ver cómo reaccionan la Sepi y Telefónica.
Tras un año largo al frente de Indra, el presidente Fernando Abril-Martorell (en la imagen) se ha mostrado como un 'bluff', una enorme desilusión para el llamado a enmendar los errores de Javier Monzón, que ciertamente no fueron pocos. Los resultados de Indra durante 2015 son para llorar. Hablamos de 641 millones de pérdidas y eso tras dos limpiezas financieras de la ingeniería. Para ser exactos, no tengo claro cuántas veces ha limpiado el balance Abril-Martorell. La primera vez la bolsa se lo premió, también la segunda, pero luego los analistas se empezaron a preguntar: ¿Y cuándo va a ganar dinero este tío? De las crisis empresariales no se sale reduciendo gastos sino aumentando ingresos. Hay que vender, sólo que en Indra caen las ventas, caen los márgenes y sólo sube la deuda. Y ojo a Brasil, un pozo sin fondo, donde la compañía reconoce una pérdida de más de 320 millones de euros, es decir, la mita del total de pérdidas. Y el caso es que el responsable de Brasil, Emilio Díaz, y el director financiero, Juan Carlos Baena, se han marchado a casa con cuatro millones de euros de indemnización, cada uno. Ojo, y el ceo de Monzón, Javier de Andrés, continúa como el número dos de la compañía. ¿Quién lo entiende? Quizás lo peor del argumentario de la dirección consista en que no hay ni trazas ni trazos de un plan estratégico, de un modelo de actuación, de unos objetivos. ¿Qué va a ser Indra? ¿Una ingeniería de sistemas, de defensa, de información? ¿Una consultoría? No se sabe. Por eso le calificamos de 'bluff' a Abril-Martorell, el gran financiero. La casa está limpia, tan limpia que ahora nos hemos dado cuenta de que nos hemos quedado sin muebles. Ante estos pésimos resultados, habrá que ver cómo reaccionan la Sepi y Telefónica, los dos socios de referencia de Indra. Al grupo público no le gustará que aumente el déficit público con tan acertada inversión. Como se entere Pedro Sánchez... En cuanto a Telefónica, César Alierta se negó a responder sobre la posibilidad de cambios en su participación. Eulogio López eulogio@hispanidad.com