- Y un leve incremento de deuda.
- El 25% de los resultados de Iberdrola vienen del Reino Unido.
- De ahí que la evolución de la libra resulte fundamental para Ignacio Galán (en la imagen).
Los resultados intermedios de Iberdrola son reflejo de una evolución positiva de la actividad del Grupo, probablemente influida por el mejor comportamiento económico de los diferentes segmentos de actividad. Si bien siempre
hemos defendido que el desarrollo económico y el consumo de energía han roto su histórica relación directa, a través de la búsqueda de un sistema más eficiente de consumo, sin duda siempre ayuda a que
la economía funcione bien. Por ello, Iberdrola refleja a lo largo de los nueve primeros meses unos
beneficios netos por valor de 2.041,7 millones de euros, un incremento del 6,4% respecto al ejercicio anterior, por encima de las previsiones de los más optimistas. Eso, con 100.000 clientes menos de electricidad, un 0,7% menos.
En concreto,
el resultado neto recurrente, despojado de las operaciones interrumpidas, crece un 17%, fundamentado en la
adecuada evolución de sus componentes. Por un lado, la mejora del 22% del resultado financiero consecuencia de los
menores costes devengados, así como la adecuada gestión de riesgo de tipo de cambio, especialmente
dentro del ámbito de la libra esterlina, algo prioritario en una entidad internacionalizada como Iberdrola y con fuerte presencia en Escocia. El 25% de sus resultados provienen del Reino Unido.
No obstante, el comportamiento de las divisas
ha tenido un impacto significativo en el resultado del grupo reduciendo el margen bruto en 236 millones de euros. Los ingresos cayeron un 9% hasta los 21.537 millones afectados por el real brasileño y la libra. La propia entidad, en la presentación de resultados,
hace hincapié en la adecuada política de coberturas de tipo de cambio respecto a esta moneda, sabedora de que, a partir de ahora parte de su negocio se verá muy afectado por lo que suceda al otro lado del
Canal de La Mancha, todo un problema para Iberdrola y una gran incertidumbre para los británicos. En concreto,
el resultado por derivados de tipo de cambio ha mejorado en 127,5 millones, todo un valor a reconocer a su dirección financiera. A esta noticia se le une el
importante volumen de inversiones acometido en Reino Unido, que alcanza más del 45,1% de los 3.040 millones invertidos. Todo un riesgo y un atrevimiento.
Por otra parte,
la buena evolución de los datos se soporta en el adecuado comportamiento del resultado de explotación antes de deterioros sistemáticos, con un crecimiento del 4,2%,
hasta unas importantes cifras de 5.729,5 millones de euros. Sin el efecto tipo de cambio el crecimiento habría sido del 6,7%. El margen bruto crece, en esta línea, en el 2,3%, donde juega un papel importante la contribución de la empresa norteamericana UIL integrada en Avangrid
y participada en el 81,5%, con una aportación de más de 600 millones, consecuencia de un
beneficio neto de 404 millones de dólares en el periodo, un 45% más. Sin su aportación el margen habría alcanzado los 9.140,5 millones de euros. Sin duda, las compras en el exterior ayudan.
Todo lo anterior deriva en un
EBIT que ha crecido un 7,6%. Finalmente, en los datos del resultado neto juega un papel importante la reversión fiscal reconocida en el primer trimestre de 2015 que ha sido compensado en alguna medida por la menor
tasa fiscal en Reino Unido por valor de 80 millones, todo un lujo para lo que se les viene encima.
Desde el punto de vista del balance,
la deuda financiera neta se ha visto ligeramente incrementada en un 1,1%, hasta los 28.418 millones que deriva en un incremento la ratio de deuda en un 5,2% respecto al cierre de septiembre de 2015 situándose con relación al patrimonio neto en el 72,1%. Finalmente resaltar el hecho de que las inversiones, con un incremento del 45%,
se han destinado de manera prioritaria a actividades de crecimiento, lo que ha derivado progresivamente en una interesante creación de empleo con 1.917 nuevas incorporaciones. Todo un lujo.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com