- Puerto Rico es un Estado Libre Asociado a EEUU, con 3,6 millones de habitantes, y acumula más deuda que cualquier otro Estado.
- La cantidad de deuda puertorriqueña está tan repartida entre inversores estadounidenses particulares que los expertos temen un desequilibrio financiero de importantes dimensiones.
- Y el gobernador de la isla, Alejandro García Padilla, se niega a seguir exprimiendo a los puertorriqueños, que ya están luchando con altos índices de pobreza y delincuencia.
La noticia hoy lunes en el mundo es la posible quiebra de
Grecia. Pues bien: parece que no solo los helenos están al borde de la quiebra.
Puerto Rico es un Estado Libre Asociado a
EEUU, con 3,6 millones de habitantes, y que acumula más deuda que cualquier otro Estado: debe más de 72.000 millones de dólares. Y la noticia es que el gobernador de la isla -antaño española-,
Alejandro García Padilla, reconoce al The New York Times que la deuda de la isla es "impagable", informa
Efe.
Pero, al no ser un estado de EEUU, no puede declararse en bancarrota, según la legislación federal. Así que Puerto Rico buscará la reestructuración de la deuda. García Padilla afirma que "seguramente se buscarán concesiones significativas de todos los acreedores posibles", lo que podría incluir "el aplazamiento de algunos pagos por incluso cinco años".
"Mi Administración está haciendo todo lo posible para evitar el impago, pero tenemos que hacer que la economía crezca. Si no, estamos en una espiral mortal", explicó García Padilla.
El mercado de la deuda municipal estadounidense es gigantesco y la cantidad de deuda puertorriqueña es de tal calibre y está tan repartida entre inversores estadounidenses particulares que los expertos temen un desequilibrio financiero de importantes dimensiones.
García Padilla asegura en la entrevista que su Gobierno no puede seguir pidiendo dinero prestado para hacer frente al déficit presupuestario mientras se le reclama a sus residentes, que ya están luchando con altos índices de pobreza y delincuencia, que asuman la mayor parte de la carga a través de aumentos de impuestos y recortes de pensiones.
Ante la posibilidad de que los acreedores no quieran negociar, afirma que "será peor para ellos". "Nuestra economía va a entrar en una situación peor y tendremos menos dinero para pagarles. Se estarían disparando en el pie", añade.
¿A qué recuerda todo esto?
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com