- Para lo que emiten, y lo que exigen los televidentes en la actualidad, podrán reducirse más.
- La publicidad creció un 6%, es decir, menos que el mercado.
- Pero al Gobierno Rajoy le gusta una tele que no se mete en política salvo por la vía de Cuatro, más progre que antipepera.
- El consumo de TV ha bajado de 254 a 245 minutos diarios. A lo mejor España tiene salvación.
No hace mucho tiempo tuvimos oportunidad de analizar los datos financieros intermedios de
Mediaset, permitiéndonos afirmar que la
tétévision déchet –en francés que parece más elegante– es rentable y que, en el fondo, la calidad de la emisión y el mal uso de las frecuencias públicas no resulta relevante para forrarse. Hoy, con los datos del semestre (primer semestre de 2015), ratificamos nuestra opinión, aunque con ciertos matices.
Un resumen rápido de los
resultados permite comprobar cómo
Mediaset España incrementa su EBITDA ajustado hasta un valor de 119,5 millones de euros durante los primeros seis meses del año, con un incremento del 36% en comparación con el mismo periodo del ejercicio 2014 (88,1). Unan a eso un EBIT de 111,0 millones de euros, un 39% superior respecto al año anterior (80,1). La evolución de los ingresos netos se concentran fundamentalmente en los
ingresos procedentes de la publicidad, con un incremento respecto al año pasado del 6%, por debajo del crecimiento del mercado, dato curioso en un mercado boyante del que tanto presume.
Es a partir de un control de los gastos operativos (-28,4%) donde la entidad obtiene un incremento importante de sus márgenes, especialmente el margen EBITDA con un 25,0% (18,8 el año anterior). En concreto, reduce de manera importante el consumo de derechos de emisión (-16,8%) y los costes de personal (-1,9%). El control de costes en los últimos cinco años resulta sorprendente, pasando los costes operativos desde 507,38 millones en el primer semestre de 2010 a 363,55 millones en el presente semestre. Ello nos permite cuestionarnos si es que la entidad antes gestionaba muy mal sus recursos o que para lo que emiten -y lo que exigen los televidentes en la actualidad mucho se podría reducir aún- dado que la calidad no tiene precio.
Por ello no nos extraña que el informe de gestión centre su atención en las
excelencias de la economía española y en sus excelentes perspectivas en el corto plazo, en forma de laudo sobre las actuaciones del gobierno y sus políticas de control de gasto, al menos hasta el inicio del ejercicio electoral. Podríamos decir que a Mediaset este gobierno le viene bien;
sensu contrario, forma parte del
bicanalismo, pero resulta menos incómodo que Atresmedia, dado que parece dedicar menos tiempo a hacer promoción política gratuita, por lo que al Gobierno Rajoy le mola especialmente este medio.
No dudamos que al final del año conseguirá dos de los seis canales que han salido a concurso, dado que en interés general las frecuencias de emisión deben ser empleadas de manera racional, y no hay más racional que usarla para airear los
affaires –en francés que es más elegante– de unos famosos en una isla tropical, de los cuales uno se dedicaba profesionalmente a demostrar su esmero de cintura para abajo, lo cual es motivo de un gran laudo.
De las cifras anteriores, y de la pelvis del profesional con sueldos bajos, se explica el incremento del
beneficio neto hasta 97,8 millones respecto a los 21,4 del año anterior, multiplicando por cuatro el dato previo. Ciertamente la virtud más importante de Mediaset es la estructura de su balance.
Conserva un pasivo sin deudas y una posición neta de caja positiva de 244,8millones, lo cual sin duda es una muy buena noticia. El sacrificio del apalancamiento, en una economía con tipos de interés inusitadamente bajos, permite dedicar al reparto de resultados 47,5 millones en el mes de mayo y la recompra de acciones en autocartera por importe de 71,6 millones. Sin embargo, no nos engañemos, presenta créditos de provisión por valor de 286,40 millones en su pasivo corriente, además de una importante tesorería que parece comprometida a aumentar la recompra de acciones hasta los 120 millones como importe pendiente dentro del programa aprobado por la entidad.
Por su parte,
la posición financiera neta final se explica fundamentalmente por el incremento del 'cash flow' operativo, no tanto por el beneficio neto como por una reducción ya comentada del consumo de derechos. No obstante los datos de balance reflejan una inversión en producción ajena de 89,08 millones y en series de ficción nacional de 26,66 millones. Esperamos que esta inversión resulte rentable, al menos para nuestros ojos.
Para terminar, una buena noticia: la recuperación económica reduce el consumo de minutos de televisión, desde los 254 en lo peor de la crisis (2012) a 245 en la actualidad –nada más y nada menos que 4,1 horas por día y persona– dato que Mediaset vincula a la reducción de la
tasa de desempleo. Ahora más que nunca deseamos políticas activas de empleo.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com