• Otras entidades, como el histórico Lloyds, pasan las pruebas de estrés pero con escasa actividad.
  • Dos bancos, RBS y Standard Chartered, no han superado los test del Banco de Inglaterra.
  • Y HSBC y Barclays se olvidan de la banca doméstica: sólo les gusta lo grande.
Si nos atenemos únicamente a los titulares, podríamos concluir que la nueva banca británica es de las más sólidas del mundo mundial porque ha superado los test de estrés impuestos por el Banco de Inglaterra. Al margen de la consideración de que un banco no debería ser bueno por tener muchos recursos propios sino por tener poca morosidad, el examen a las siete entidades más grandes del Reino Unido (con depósitos por un valor mínimo de 50.000 millones de libras -en euros, 71.000 millones-) ha puesto sobre la mesa las dificultades de algunas de ellas. Pero empecemos por lo positivo. Los mejor parados, Santander UK y Nationwide. No sólo porque mantienen un buen nivel de solvencia aun en el escenario más adverso, sino porque son los que más crecen, es decir, los que más crédito conceden. Otros, como el histórico Lloyds -ahora seminacionalizado- han pasado las pruebas pero apenas han generado actividad. Luego están los dos más flojos: el nacionalizado RBS y Standard Chartered, que no han aprobado todos los baremos exigidos aunque, efectivamente, han logrado superar el umbral mínimo del 4,5% de capital de máxima calidad. En cualquier caso, la Autoridad de Regulación Prudencial (PRA) del Banco de Inglaterra, que es muy comprensiva, ha señalado que no necesitan revisar el plan de capitalización de 2015. Así, según el supervisor británico, los resultados de los test de estrés "sugieren que el sistema bancario está capitalizado para apoyar a la economía real en caso de un escenario global de estrés severo con efectos adversos en el Reino Unido". Y en esa economía real está incluida la banca doméstica, la misma que han abandonado el HSBC y el Barclays, centrados en la banca de inversión y en la corporativa. El HSBC vendió este verano, entre otros, su negocio en Brasil, que incluía 854 oficinas, 21.000 empleados y activos valorados en 170.000 millones de reales (41.727 millones de euros). Y recuerden cómo el Barclays hizo lo propio con su negocio minorista en España, que adquirió Caixabank. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com