Voltaire y Marat, los padres de la izquierda moderna
¿Quién dijo que la Ilustración era de izquierdas? ¿Quién dijo que la revolución era progresista? Me viene a la cabeza cuando oigo a la izquierda española, tanto PSOE como Podemos, hablar con un pretendido sentido de superioridad moral de la izquierda, basado en un principio sencillo: nosotros nos preocupamos de los menesterosos, la izquierda de los plutócratas.
Ojalá fuera así y a veces ha sido así… pero no siempre es así.
Voltaire era un negrero encanallado y Marat un carnicero que utilizaba, pero no soportaba al pueblo
La ilustración francesa, de donde nace la modernidad y se inicia el camino de la actual izquierda política, era elitista, racista y más alejada del pueblo que el clero o que la misma aristocracia.
Los padres de la izquierda moderna son Voltaire y Marat (en la imagen). Voltaire se dedicó al tráfico de esclavos y creía en la moral católica, que no en la filosofía católica, porque consideraba que un pueblo sin temor de Dios era un pueblo ingobernable.
Y así, la izquierda moderna no nació para defender al débil, sino para utilizar al débil
Y Marat el gran agitador de las masas, el primero que cayó en la cuenta de que la revolución burguesa no es otra cosa que cambiar la dictadura de la moral por la dictadura de la plutocracia (mucho mejor la primera), resumía con este desprecio a los proletarios, a su gente: “donde quiera condenados a servir, si no están bajo el yugo de un señor, lo están bajo el de sus conciudadanos (lo que ahora mismo Pablo Iglesias define como democracia), pues sea cual sea la revolución que venga, les corresponderá eternamente la servidumbre, la obra y la opresión”.
La izquierda moderna no nació para defender al débil, sino para utilizar al débil.