• Y no es para menos: la mordida en ingresos por la salida de la UE puede superar los 43.100 millones de euros.
  • Londres quiere salvar como sea la City siga como principal plaza del capitalismo financiero (Wall Street lo es del industrial).
  • Tampoco es para menos: la industria financiera supone el 12% del PIB y dos millones de empleos (el 7,4%).
  • No sólo eso: factura cada año más de 220.700 millones y pagan 76.000 millones en impuestos.
  • El temor a una salida rápida de la UE pesa también en la libra, en mínimos en 31 años frente al dólar.
La primera ministra británica, Theresa May, ha puesto ya fecha al pistoletazo de salida del Reino Unido de la UE y poco más, pero al margen de las negociaciones y de cómo sea el proceso, la libra y los mercados se resienten.  En otras palabras, el proceso arrancará antes de marzo de 2017, pero no sabemos si será rápido o lento, blando o duro. May parece apostar por lo primero. Al margen de los calificativos, una cosa está clara: el propósito de Londres es salvar un cierto libre comercio y, atentos, la City financiera londinense. El negocio que genera esa plaza supone el 12% del PIB británico y dos millones de empleos (la mitad directos y la otra, indirectos; vamos, el 7,4% del empleo en ese país). Ahí tiene sede todas las entidades financieras, bancos de inversión, gestoras de activos (en renta fija y variable), aseguradoras… No sólo eso: la industria financiera genera unos ingresos anuales de entre 215.700 y 233.000 millones de euros y paga unos impuestos anuales de 76.000 millones al año. La mordida a los ingresos podría ser de 43.100 millones de euros. El propio ministro de Economía, Philip Hammond, ha admitido esta semana que la economía del Reino Unido afrontará momentos de turbulencias, que el buen hombre comparó con una "montaña rusa". Todo depende del rimo de la salida. La posibilidad de una salida rápida impacta en la libra esterlina, en tendencia bajista y también se traslada a las bolsas. La devaluación de la moneda favorece las exportaciones (anima la economía y eleva la cotización de las empresas). En estos momentos, la libra ha llegado a cotizar, este miércoles, a 1,269 dólares, el mínimo de los últimos 31 años. La libra tocó su mínimo minimorum, 1,05 dólares, en 1985. Lo más importante, con todo, es la City, convertida en el centro financiero más importante del mundo. Es, para que me entiendan, la punta de lanza del capitalismo financiero, el más especulativo. La cara del capitalismo industrial tiene sede en Estados Unidos. Es Wall Street, donde cotizan las principales empresas. Es más clásico en la compraventa de valores -sostenidos, en principio, sobre los resultados empresariales- y herramienta inversora muy común para los americanos. El ministro Philip Hammond ha señalado que la incertidumbre para las empresas durará "un par de años, o tal vez más", dependiendo de cómo quede finalmente la relación del Reino Unido con la Unión Europea. Informe de Oliver Wyman Pero la principal preocupación para el Gobierno está en la industria financiera, mientras ésta empieza a hacer sus cuentas: sus ingresos podrían caen 38.000 millones de libras (43.100 millones de euros), si el Brexit es "dificultoso", nuevo apelativo si el acceso al mercado único europeo es más restringido. En otras palabras, si las firmas financieras pierden el derecho a vender libremente sus servicios en Europa. Es lo que estima la consultora Oliver Wyman, que mide la pérdida de empleos en 75.000. El informe se puede interpretar también como un modo de presionar al Gobierno para que tenga en cuenta en las negociaciones el efecto en la industria y en los clientes. Lo cual es paradójico, teniendo en cuenta que su presidente es Hector Sants, ex máximo regulador financiero británico. Y dicho sea todo: el informe lo ha encargado TheCityUK, por el mayor lobby de la industria. Rafael Esparza