- Pero a la entidad le que queda una larga travesía por recorrer: ha llegado al tope de su negocio típico y le quedan pocos atípicos que vender.
- Además, tiene ante sí la devolución de las ayudas recibidas y un litigio no cerrado por las preferentes de algunas de sus cajas asociadas.
- El consejero delegado no espera "un significativo crecimiento del crédito" por el desapalancamiento de familias y empresas.
- La junta de accionistas ha aprobado, como estaba previsto, el 'contra-split' de tres acciones antiguas por una nueva.
El consejero delegado de Liberbank,
Manuel Menéndez (
en la imagen), ha aprovechado la
junta de accionistas de este martes para estrenar nueva imagen corporativa y nuevo lema,
Liberbank-Corresponde, con el que la entidad pretende consolidar la relación comercial con los clientes y ganar posiciones en el mercado nacional. Paralelamente, Ménéndez ha explicado también que la
actividad bancaria está condicionada en estos momentos por el desapalacamiento del sector privado, por lo que no espera
"un crecimiento significativo en saldo de crédito durante este año". En otras palabras, que no quede por el empeño en ganar cuota, aunque otra cosa será el
crecimiento de verdad. No hay que olvidar que Liberbank es una de las entidades que sobrevivió después del chaparrón financiero que sufrieron
Cajastur,
Caja Extremadura y
Caja Cantabria, a la que luego se unió
Banco Castilla-La Mancha. Gracias al
Esquema de Protección de Activos (EPA), se le facilita un paraguas de 3.572 millones de euros del que ha utilizado el 85,64%. Dicho de otro modo, dinero público para paliar los activos deteriorados procedentes de esas entidades.
La junta ha aprobado, como estaba previsto, el
contra-split (agrupamiento de acciones): una acción nueva por cada tres antiguas. Para llevar a cabo esa la operación, Liberbank elevará el
nominal de sus títulos de 30 a 90 céntimos por acción. La entidad salió a bolsa en mayo de 2013 a 0,4 euros y se ha revalorizado "más del 104 % desde entonces, frente al 55,7 % de nuestros competidores", ha dicho Menéndez.
El consejero delegado de Liberbank ha recordado también que cuenta con 9.978 millones en
activos líquidos, después de devolver 3.200 millones de financiación del
BCE, pero no ha dicho nada de sus dificultades para competir con otros bancos y crecer en el negocio típico (
crédito) o captando
pasivo de clientes en un escenario como el actual, de
tipos de interés tan bajos. Liberbark sigue teniendo mucha estructura para poco negocio. La solución sería dejarse absorber.
El consenso en el sector apunta en ese sentido: es una de las entidades -como
BMN,
Kutxabank,
Ibercaja,
Unicaja o
Abanca- que no sobrevivirán por tener un balance inferior a los 100.000 millones de euros. Por eso, en Economía y en el
FROB atribuyen Liberbank a
Caixabank y BMN a
Bankia. Pero el consejero delegado se resiste a esa opción.
No obstante, Menéndez ha señalado que los activos líquidos y su capacidad de generación de recursos le "permitirán atender los
vencimientos de financiación mayorista, aún sin contar con la
amortización de los
bonos recibidos por
Sareb y sin recurrir a los mercados de capitales".
Menéndez ha defendido también que los resultados de 2014 (el beneficio fue 117 millones) porque "marcan el comienzo de un ciclo de
recuperación", ya que se apoyan en la mejora del
margen de intereses (95 millones, un 29,7%) y en el control de costes, el saneamiento del crédito y las plusvalías de la cartera.
Con todo, Liberbank no tendrá problemas para devolver
ayudas mientras siga en ciclo positivo la cartera de
renta fija, con la recuperación de los valores de la
deuda pública, o se mantenga un escenario de ligera recuperación para la venta de los
inmuebles adjudicados. Pero los problemas pueden llegar más tarde, con un escenario cambiante, si tenemos en cuenta que no dispone del colchón de
atípicos del que sí disponen otras entidades. Y a eso se añade el
litigio no cerrado a propósito de las
preferentes colocadas por alguna de sus cajas asociadas.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com