- La asamblea de propietarios se convierte en una crítica a la autocracia de FG.
- Y el presidente del banco pierde los nervios ante los requerimientos para que se marche y ceda el cargo.
- Accionista Juan Manuel Moreno Luque: "BBVA no tiene vicepresidente, ni comité de dirección…" y añade: sabemos que el BdE y el BCE están preocupados, aunque BBVA ha dejado de ser considerado un banco grande.
- Accionista Javier Contreras: no es razonable cambiar los estatutos cada año para perpetuarse.
- Los sindicalistas ponen el dedo en la llaga: la plantilla no aguanta más.
- La dedicación a la banca digital, que no da dinero, ha dejado en cueros a la presencial, que es la que lo gana.
En teoría, la reelección de
Francisco González (
en el centro de la imagen) como consejero de
BBVA, aprobada este viernes en la
junta general de accionistas de la entidad, celebrada en Bilbao, es la última. El mandato es por tres años, hasta 2019, justo cuando
FG cumplirá 75 años, el máximo marcado por los estatutos. ¿Qué ocurre? Que
FG ya ha modificado los estatutos en dos ocasiones -la última en 2011- para prorrogar su mandato. ¿Será esta la definitiva? Nadie se lo cree.
Además, el presidente del
BBVA ha perdido una ocasión de oro para anunciar que, efectivamente, estos serán los últimos tres años al frente de la entidad. Y que conste que ha tenido ocasiones para hacerlo. Por ejemplo, en el discurso o en respuesta a varios accionistas que le han recriminado que siga en el cargo.
El accionista
Juan Manuel Moreno Luque ha sido el más contundente. "
BBVA no tiene vicepresidente, ni comité de dirección…" y ha añadido: sabemos que el Banco de España (BdE) y el Banco Central Europeo (BCE) están preocupados, aunque
BBVA ha dejado de ser considerado un banco grande.
Es cierto. Las autoridades exigen a las entidades que tengan previsto un plan de sucesión por si surge cualquier imprevisto del tipo fallecimiento repentino del presidente. Y el señor Moreno ha dado en el clavo: ¿Qué sucesión puede haber prevista en un banco en el que únicamente hay un presidente y un Ceo, y éste, además, ni siquiera es banquero? Efectivamente, el
BdE y el
BCE están preocupados y no sólo por eso. También por la autocracia de
FG, que en la última revolución del organigrama se cargó el comité de dirección.
La misma idea la ha transmitido el accionista
Javier Contreras: no es razonable cambiar los estatutos cada año para perpetuarse.
El otro asunto más comentado: la plantilla no aguanta más. Y es que tanta digitalización, tanto cuidar a la banca digital, que no gana dinero, ha dejado en cueros a la presencial, que es la que lo gana. Los sindicatos así se lo han reprochado. "Estamos hartos de tanto ranking", ha dicho el empleado y accionista
Eusebio Moreno. Que si mejor jefe del día, del mes, del año… y todo para lograr unos objetivos cada vez más ambiciosos para una plantilla cada vez más mermada.
El tema central, la aportación al plan de pensiones de los empleados (540 euros anuales) que lleva congelado 25 años. No puede ser, le ha reprochado la accionista
Isabel Gil, que una sola persona haya cobrado 9,86 millones de euros, esto es, el equivalente a lo que cobran 18.300 trabajadores.
Para
FG, sin embargo, los sindicatos exageran, aunque les ha reiterado su disposición al diálogo. Según una encuesta interna, el 93% de los empleados están satisfechos o muy satisfechos. "Y eso es un dato", argumenta el presidente. Hay miles de personas ahí fuera dispuestas a trabajar en el
BBVA. Por algo será, ha explicado. ¿No será porque muchas de ellas no tienen empleo?
¡Márchese, señor González!
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com