- Ya en agosto de 2014, siendo seminarista, arriesgó su vida para salvar la Eucaristía de la iglesia de su pueblo y evitar la profanación del EI.
- "Amo a Jesús y no quiero que desaparezca nuestra historia", afirma Martin Baani, ordenado sacerdote el pasado fin de semana.
El pasado fin de semana, 7 sacerdotes fueron ordenados en
Irak, entre ellos el joven de 26 años
Martin Baani (
en la imagen), que en agosto de 2014, siendo seminarista, arriesgó su vida para salvar el
Santísimo Sacramento de la iglesia de su pueblo y así evitar que fuese profanado por el
Estado Islámico (Daesh), informa
AIN.
La ceremonia de ordenación, a la que asistieron cerca de 500 personas, se llevó a cabo en la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en
Erbil, la
capital de Kurdistán iraquí y sede del gobierno regional kurdo. Fue presidida por Mons.
Louis Raphaël Sako, Patriarca de la Iglesia católica caldea, quien calificó este acontecimiento como "
una gran señal de esperanza en un momento de gran crisis".
Al concluir la eucaristía el
P. Martin Baani dio gracias a Dios por el apoyo de su familia, la Archidiócesis de Mosul y su mentor espiritual, el P. Thabet. "
Vamos a volver a una Mosul liberada", expresó, mientras la iglesia estallaba en aplausos.
El recién ordenado sacerdote iraquí ahora pasará un tiempo en Bagdad para recibir formación del
Patriarca caldeo, y luego espera ser asignado a la ciudad de Duhok. Personalmente, le gustaría ser párroco después de que su pueblo natal sea liberado.
El 6 de agosto del 2014, Martin se convirtió en un desplazado cuando
Daesh atacó su pueblo, Karamlesh. Tras la agresión, la familia de Baani emigró al estado de California en los Estados Unidos, sin embargo, Martin decidió quedarse con los jóvenes refugiados iraquíes para recuperar y reconstruir sus
comunidades cristianas.
"Tengo 25 años y este año me ordenaré sacerdote. Todos los días acudo a los campos de refugiados cristianos para acompañar a las familias. Somos cristianos refugiados.
El EI quiere eliminar el cristianismo de Irak pero yo he decidido quedarme. Amo a Jesús y no quiero que desaparezca nuestra historia", expresó entonces el p. Martin en entrevista con la fundación Pontificia ACN en España.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com