- El acuerdo con los sindicatos reduce en un centenar los despidos y mejora las indemnizaciones.
- El expediente finalizará en diciembre de 2016 y afectará a 1.750 empleados como máximo.
- El mercado aplaude la medida y los títulos repuntan cerca de un 10%.
Mucho le está costando a
Fernando Abril-Martorell poner a
Indra en la senda correcta. Desde que asumió la presidencia del grupo a finales del mes de enero, ha tenido que reformular las cuentas de su predecesor en el cargo, Javier Monzón, hasta en dos ocasiones. Además, no ha querido relevar al anterior equipo directivo en seguida y de golpe, sino que lo está haciendo poco a poco, lo que está provocando cierto nerviosismo entre los aspirantes a salir por la puerta.
Sea como fuere, el tiempo se le está acabando. En las dos primeras ocasiones que afloró pérdidas ocultas –agujeros monzonianos- la bolsa le aplaudió y los accionistas se anotaron ganancias. Sin embargo, cuando presentó los resultados semestrales en julio, los inversores le dieron un toque de atención con una bajada de la cotización cercana al 7%.
Urge terminar la reestructuración de directivos y, lo más importante, concretar el nuevo plan estratégico 2015-2018, presentado a los inversores el pasado ocho de julio. En definitiva, todavía no sabemos qué piensa vender y a qué se va a dedicar en un futuro próximo.
De momento,
Abril-Martorell ha cerrado el primer capítulo: el
ERE. Después de la primera propuesta, recibida con gran indignación por los sindicatos por su tacañería, el presidente ha rectificado y los sindicatos han dado su visto bueno a las nuevas medidas, según consta en el hecho relevante remitido este miércoles a la
CNMV.
En resumen: el expediente se reduce en unas cien personas en España –afectará como máximo a 1.750 empleados, el 8% de la plantilla- y mejora las indemnizaciones, que pasan a ser de 40 días por año trabajado brutos –antes eran 20 días-, con un tope de 24 mensualidades. Esto se aplicará tanto a los trabajadores con contrato indefinido como a los contratados por obra.
Al mercado le ha parecido bien el acuerdo, y los títulos de
Indra se han revalorizado cerca de un 10%. Es un primer paso, pero ni mucho menos el último. Tampoco el más importante.
Mariano Tomás
mariano@hispanidad.com