Ni salvar los Presupuestos ni perrito que nos ladre. Con sus visitas a Oriol Junqueras, en prisión, y a Iñigo Urkullu, en Ajuria Enea (no, no es una prisión) Pablo Iglesias pretende exactamente lo mismo que en el 36. 

La muletilla utilizada por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, tras entrevistarse con Urkullu es “mantener la mayoría de la moción de censura”. Es decir, la mezcla frentepopulista, una macedonia de fuerzas de derechas (ejemplos: PNV y la antigua Convergencia) con fuerzas con socialistas (PSOE), neocomunistas (Podemos), proetarras radicales de Compromís, etc.

Gobiernos que podrían tener su réplica en Euskadi y Cataluña, naturalmente

Ahora bien, Iglesias no quiere simplemente mantener una mayoría para aprobar los Presupuestos. Lo que pretende es lo mismo que pretendía en febrero de 2016: convertirse en vicepresidente del Gobierno: él solito. Y el con el modelo que ya expuso en su día.

Y en el PSOE moderado se encienden todas las alarmas: antes que pactar con independentistas y podemitas mejor hacerlo con PP y Cs

Y eso es lo que asusta, más que en Moncloa, en el PSOE. En el Gobierno, el único ministro con criterio propio es el titular de Exteriores, José Borrell, al que no le gusta ese Gobierno de concentración, mucho menos con los independentistas catalanes que le persiguen en su pueblo. Ni que decir tiene que a otros sectores más moderados del PSOE, la propia Susana Díaz, ahora pendiente de las elecciones, tampoco les gusta el frentepopulismo que pretendió, y pretende, Podemos. O sea, el mismo frentepopulismo que nos llevó a la Guerra Civil.

Y son esos sectores los que, ya abiertamente, hablan de que antes de ir a un gobierno de concentración con Podemos y frentepopulista, prefieren pactar con PP y Ciudadanos para gobernar.

En plata, que Pablo Iglesias quiere ser vicepresidente bolivariano de la ‘Federación Ibérica Española’

Además, todo el mundo en el PSOE sabe que Sánchez es un personaje de carácter maleable al que solo una cosa le importa: permanecer en el sillón de Moncloa.

Posdata: ni que decir tiene que ERC, PDCAT y PNV participarían con gusto en un Gobierno de concentración español.

En plata, que Pablo Iglesias quiere ser vicepresidente bolivariano de la ‘Federación Ibérica Española’.