- Cuidado con la deuda a corto plazo.
- 1.100 millones de activos que podrían venderse.
- GNF es una compañía apta para inversores poco amigos de los sustos y con querencia al dividendo.
Como este miércoles subía todo, lo hacía hasta
Gas Natural Fenosa ( 1,4%), a pesar de los
malos resultados (
primer semestre de 2016) que ha publicado durante la mañana: -14,1%. Y lo peor es que
descienden todos los márgenes y no hay manera de echarle la culpa a algún suceso extraordinario o no recurrente: el bruto cae un 4,8%, el bruto de explotación lo hace en un 6,2%, el operativo desciende un 10,8% y el beneficio antes de impuestos un 13,4%. De hecho, la relación anterior muestra que el descenso de los resultados se agrava según descendemos en los márgenes de la cuenta de resultados, o lo que es lo mismo, que todas las etapas que contribuyen al resultado han ido contribuyendo más negativamente que en igual periodo del año pasado.
Lo financiero ha ayudado un poco por el descenso de los tipos de interés, que ha reducido sensiblemente la carga de intereses (-7,8%) pero la situación financiera de la compañía ha empeorado sensiblemente: la
deuda casi no ha descendido (-2,5%) en estos tiempos de reducción de apalancamiento pero, sin embargo, ha crecido fuertemente la deuda a corto plazo, lo que ha reducido el fondo de maniobra de la compañía (-43,2%) y podría generar tensiones de liquidez en el futuro a pesar del aumento de la misma ( 27,9%). Máxime cuando el
flujo de caja de las operaciones, en consonancia con los menores resultados, ha caído un 6,3%. Sin embargo, dicho flujo le ha permitido acometer
nuevas inversiones por poco más de 900 millones de euros y reducir deuda en casi 600 millones de euros.
Lo que está claro es que GNF es claramente vendedor de algunos de sus negocios. Al margen de las inversiones hechas en el semestre, su balance muestra 1.099 millones de euros de
activos puestos a la venta. De la venta de estos depende mucho que las tensiones anteriores no sean fuertes.
Tal vez los
pagos por dividendos durante el ejercicio (más de 1.000 millones de euros y casi un 120% más que en igual periodo de 2015) han sido muy generosos o, simplemente, el equipo directivo no tiene ideas de inversión y restituye a los accionistas sus inversiones. De hecho, el grupo ha reducido un poco de deuda, aunque podría haberlo hecho mucho más pero, con tipos tan bajos tal vez estén muy cómodos así. La verdad es que la compañía tiene un perfil de negocio muy maduro y autosatisfecho. Muy apto para inversores que no quieren sustos y sí flujos regulares de dividendos (aunque no necesariamente tan altos como este año).
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com