- La policía suiza registra las oficinas de la sede helvética del banco británico, pero diez días después de conocerse el caso.
- Pero no es la única investigación. En Hispanoamérica, también analizan los archivos Brasil, México y Argentina.
- En Estados Unidos, el Departamento de Justicia considera las imputaciones contra el banco y sus clientes.
- También en India, las autoridades fiscales sopesan iniciar acciones legales contra el banco británico.
- En Europa, son Francia, Bélgica y Dinamarca, en distintas fases de investigación, el fraude podría concluir en juicios.
Los funcionarios de la Fiscalía de Ginebra irrumpieron ayer miércoles en la filial suiza del banco británico HSBC para registrar sus archivos. La razón no era otra que tratar de averiguar si el grupo bancario aprovechó su presencia en el país para blanquear dinero procedente de otros países. Eso fue lo conocido hace diez días, entre otras tantas presuntas irregularidades, cuando una red internacional de periódicos destapó el fraude fiscal masivo del HSBC. En ese tiempo, dicho sea de paso, el banco ha podido hacer lo que le haya dado la gana para destruir u ocultar docuementos. La investigación penal abierta en Suiza, en cualquier caso, aspira a encontrar pruebas contra el HSBC, otros bancos y a personas concretas cuya identidad no ha sido revelada.
Con todo, el HSBC no sólo puede tener problemas en Suiza, sino en otros muchos países, en los que se han abierto también investigaciones separadas. El banco británico es un especialista en 'escapar' o en pagar por sus excesos lo que corresponda para evitar pleitos, pero tendrá que aguantan el pulso paralelo en la opinión pública internacional sobre sus más que cuestionadas, cuando no peligrosas, prácticas bancarias. La lista de sus 'agravios' avanza con investigaciones judiciales en Europa, Hispanoamérica, Asia y Estados Unidos.
En éste último, su Departamento de Justicia fue uno de los primeros en pronunciarse nada más destaparse el escándalo por diario como Le Monde, la BBC o The Guardian. En ese país, en el que el HSBC acumula varios pleitos, la Justicia considera presentar cargos criminales contra el banco y los clientes que lo utilizaron para la evasión de impuestos.
En Hispanoamérica, son tres los países que más pasos están dando para analizar las conductas delictivas. Son Brasil, Argentina y México. En el primero, ya se están investigando las conexiones del caso con el otro escándalo que sacude al país, el de la corrupción en la petrolera estatal Petrobras. Además de analizar también los archivos de unas 6.000 cuentas, se vigilan en especial once cuentas con depósitos de más 100 millones de dólares en 2007, incluidas en otra investigación criminal conocida como 'operaciones Car Wash'.
En Argentina, en el que sacudió con antelación la millonaria evasión de impuestos 'gestionada' por el HSBC en ese país, el Ministerio de Hacienda pidió la semana pasada al banco que repatriara 3.000 millones de libras depositados en cuentas opacas de ciudadanos y empresas argentinas. La petición sigue a una investigación anterior en las propias oficinas del HSBC en Buenos Aires.
También México ha abierto su propia investigación sobre los nombres que aparecen en las listas de Falciani. No son pocas: ascienden a 2.642 y los depositados en ellas supera los 2.200 millones de euros.
En Asia ha sido India el primer país en dar un paso al frente contra el HSBC y las autoridades fiscales tienen ya un pliego de descargos contra el banco por animar a la evasión de impuestos mediante cuentas en Ginebra. En concreto, se investigan 1.195 cuentas, el doble que las entregadas por Francia en 2011.
En Europa, también siguen los frentes. En Francia, ya han concluido su investigación sobre el HSBC y todo puede acabar en juicio. Sigue abierta, no obstante, una investigación independiente en la empresa matriz. Bélgica es el único país que sopesó órdenes de arresto contra directivos y ex directivos del banco británico, que dieron marcha atrás cuando el banco mostró su voluntad de colaboración. Las espadas, por tanto siguen en alto.
Finalmente, Dinamarca, que durante años no le dio mayor importancia al asunto ni pidió información a Francia sobre los nombres de daneses en las lista de Falciani, ha decidido pasar al ataque. En primer término, pedirá los nombres de los titulares de 300 cuentas sospechosas, que escondían más de 730 millones de euros. Ha sido Benny Engelbrecht, al frente del Tesoro, el que ha dado el giro, denunciado de paso su indignación por la tibieza de sus anteriores en el cargo.
Rafael Esparza
rafael@hispandidad.com