- Los equipos jurídicos de la CNMV advirtieron al anterior presidente: las preferentes, sólo para inversores institucionales.
- Pero no hizo ni caso y permitió su comercialización entre particulares. Ahí empezó todo.
- Entre 2012 y 2013, el supervisor abrió expedientes al 70% de las entidades españolas por la venta de preferentes.
- Y las sanciones no tardaron en llegar: Santander, Novagalicia Banco, Bankia, Catalunya Banc y ahora, Liberbank.
¿Se podía haber evitado el asunto de las
preferentes? Por supuesto que sí, aunque el anterior presidente de la
CNMV, Julio Segura, se empeñó en asegurar que no, que él no podía prohibirlas. Es cierto que la Comisión no tenía instrumentos legales para prohibirlas, pero también lo es el hecho de que podía haber avisado al Banco de España para impidiera a las entidades su comercialización masiva.
En cualquier caso,
Segura no pudo alegar que no estaba avisado. Como adelantó
Hispanidad, fueron los propios equipos jurídicos de la
CNMV los que le advirtieron de que se trataba de un producto muy complejo y con un riesgo muy alto. En definitiva, le avisaron de que, en ningún caso, debía comercializarse entre particulares.
Pero
Segura no hizo ni caso y, entonces, empezó todo. Lo que debía haber sido únicamente para inversores institucionales, pasó a ser algo masivo, sobre todo durante 2009, año en el que las entidades colocaron unos 12.000 millones de euros en preferentes.
Si la
CNMV no había sido capaz de prohibir o, al menos, advertir, de que un producto de inversión como las preferentes no era apto para el gran público, ¿para qué servía entonces la
CNMV? Había que hacer algo y pronto. Por eso, cuando
Elvira Rodríguez (
en la imagen) asumió la presidencia de la Comisión, decidió abrir expedientes al 70% de las entidades españolas.
Y las sanciones no tardaron en llegar. A la de
Liberbank –tendrá que pagar 500.000 euros, según publica este viernes en el
BOE- le han precedido las multas impuestas al Santander, a Novagalica Banco (NCG), a Bankia y a Catalunya Banc. La cuantía económica varía según los casos. Lo que siempre se repiten son los motivos de las sanciones: valoración indebida de los clientes, informar de manera inadecuada y conflictos de interés.
Sí, la CNMV podía haber evitado todo este embrollo.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com