- Rajoy se carga la renovación del PP y la candidatura de Pablo Casado.
- La operación suicidio colectivo ha sido abortada.
- No habrá regeneración del PP pero, sobre todo, no habrá posibilidad de que el PP recupere sus raíces cristianas.
- Y ahora sí, Rajoy quiere formar gobierno.
- El mensaje que le ha trasmitido Albert Rivera es claro: sí al PP, no a ti.
Ya lo
hemos dicho en Hispanidad: el mensaje del presidente de Ciudadanos,
Albert Rivera, tras su reunión con el presidente en funciones,
Mariano Rajoy, es sencilla: si al PP, no a ti, Mariano. Lárgate y habrá pacto.
Pero resulta que Rajoy no quiere largarse. Ahora sí que quiere formar Gobierno y los socialistas -hasta Sánchez puede tener razón- aseguran que esto parece una burla: ¿Cuando te lo encarga el Rey no quieres y ahora sí?
¿
Se trata de ser presidente? Pues aunque ganó las elecciones lo tiene difícil. Lo que Rajoy trata, sobre todo, es de incordiar. De evitar que el insensato de
Pedro Sánchez -que lo es- nos lleve a un Gobierno de
extrema izquierda (así lo ha calificado hoy jueves por primera vez, el presidente en funciones).
En resumen, Rajoy intenta recuperar el protagonismo con una
nueva convocatoria de elecciones. Y ya tiene fecha, los domingos 19 o 26 de junio, cuando todo el jaleo de Valencia se haya, no resuelto, pero sí encauzado, cuando ya no sea portada porque las noticias dejan de ser portada, por muy importantes que sean, cuando saben a conocidas, no cuando no asombran sino
cuando no sorprenden.
Y para eso necesita ganar tiempo como presidente en funciones. Además,
a Sánchez no le gustaría esa dilación y los beneficiados de unos nuevos comicios serían, cree Rajoy,
PP y Podemos, la sensatez frente a la estulticia y la radicalidad.
Pero, al mismo tiempo, Rajoy, ha recuperado el liderazgo del PP -o más bien el poder- y ha decidido que nada de regeneración. La operación "suicido colectivo", es decir, la jubilación de toda la vieja guardia y su sustitución por
una nueva generación, probablemente con Pablo Casado a la cabeza, ha sido abortada por Rajoy y Soraya que, de momento, está tan muerta como su jefe.
Lo peor: que tampoco habrá la menor posibilidad de regeneración de ideas y principios en el PP. Ni la más mínima, con los jóvenes o sin ellos, de que el PP vuelva a sus raíces,
al humanismo cristiano que lo fundó. Nadie sabe lo que es el humanismo cristiano pero muchos lo presuponen. Y si no, confórmense con esta definición: los principios del humanismo cristiano
son aquellos que el PP ha traicionado con el llamado centro-reformismo… que, igualmente, nadie sabe lo que es.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com