Aconsejado por Iván Redondo, Sánchez comenzará el nuevo año enarbolando la bandera de la unidad con todo tipo de extremismos
Iván Redondo fue quien animó a Pedro Sánchez para que lanzara la moción de censura que finalmente le aupó a La Moncloa. Fue su momento estelar. El segundo fue aquel episodio del avión y las gafas, aunque él negó que fuera idea suya. Da igual, a partir de ahí, el prestigio de Redondo dentro del Gobierno y del PSOE ha ido cayendo sin parar. Sí, el que fuera asesor de los peperos Xavier García Albiol y José Antonio Monago no pasa por su mejor momento.
Ahora, Redondo le insiste al presidente para que cese a la ministra de Sanidad, Carmen Montón, por el lío del máster en la Rey Juan Carlos. Su argumento: el caso se parece como dos gotas de agua al de Pablo Casado. Si cae Montón, ‘golpeamos’ a Casado.
Si cae Montón, ‘golpeamos’ a Casado
Ahora bien, se trata de una tesis que divide al Gobierno y al PSOE. No todos creen en la conexión Montón-Casado. No por nada, sino porque recuerdan que la jurisprudencia del Tribunal Supremo podría dar la razón al líder del PP. Es decir, el responsable de las notas no es el alumno, sino el profesor.
¿Y entonces? Pues entonces, Sánchez habría cesado a su segundo ministro -o ministra- en sus primeros cien días de Gobierno por corrupción. Un récord muy discutible, sobre todo para un presidente que llegó para acabar, según él, con un Gobierno corrupto.
Sería la puntilla para Pedro Sánchez, el actor. Así le llama Luis María Ansón en un artículo publicado el lunes en El Mundo y en el que cuenta una conversación con un “peso pesado del PSOE” que sostiene que el presidente, en realidad, es un actor que está interpretando un papel. El artículo está en boca de todos este martes. ¿Quién es el interlocutor de Ansón? Y la respuesta más escuchada: es Felipe González.
Claro que, por ahora, Sánchez no piensa cesar a Montón porque "está haciendo un gran trabajo y lo va a seguir haciendo", según ha señalado en el pleno del Senado.