- El aviso llega del economista jefe de Fondo, Maurice Obstfeld, durante la presentación del último informe.
- La crisis provocada provoca "mucha incertidumbre" en las economías catalana y nacional.
- Y puede repercutir también, en términos económicos, en otros países. Por eso pide diálogo y negociación.
La
crisis catalana no será inocua en sus repercusiones económicas o eso es lo que teme al menos el economista jefe del Fondo Monetario Internacional,
Maurice Obstfeld, que ha presentado el informe
Perspectivas Económicas Mundiales.
El informe prevé que la economía española crezca un 3,1% este año y un 2,5% en 2018, el mismo ritmo que ya había calculado en julio, pero
tocaba preguntar
Obstfeld sobre el momento de lo que está pasando en España y la respuesta, esperada, ha sido que "la situación es de mucha preocupación".
A partir de ahí el también director del Departamento Investigación del FMI ha pedido diálogo y negociación, como suele ocurrir en estos casos, porque los beneficios de un acuerdo siempre son mayores a los efectos negativos de lo contrario. En este caso, por el efecto contagio "probable" que podría tener sobre Portugal y otros países.
El
pálpito sobre España llega tras poner de relieve en el informe anual
Artículo IV sobre España que "la
recuperación después de la crisis ha sido un modelo de éxito", aunque a ese balance añadía una serie de
pero: "Muchas personas siguen sin
empleo, la
productividad es baja y el país está muy endeudado con
acreedores extranjeros".
"No actúen de manera precipitada", ha reclamado
Obstfeld, "negocien", porque esa situación "causa mucha incertidumbre tanto para la economía catalana como para la española".
Rafael Esparza