• Desde la presentación de los resultados (triplicó perdidas) el valor en bolsa ha caído un 18%.
  • Los analistas desconfían de la gestión del fondo CVC y la capitalización desciende a 235 millones.
  • Pero ni a ese precio el Gobierno da ningún paso, como sí hizo en Indra, para entrar en un sector estratégico.
  • CVC prepara una operación acordeón para alejarse de la quiebra, pero admite que Carbonell no recuperará su valor.
El pliego de dudas que persisten sobre la gestión de Deoleo, agravadas tras la presentación, el 28 de febrero, de los resultados 2016, siguen pensado en el valor. Hace apenas un mes, los accionistas contenían el aliento a la espera de que la acción empezara a mirar a los 0,30 euros, pero todo cambió a principios de mes. La resistencia del valor, ahora, está en 0,20 euros. A ese precio se ha frenado la caída este miércoles, lo que implica un revés del 18%, suavizado después al 16,6%. La brecha aumenta, sin embargo, si ampliamos la lupa al último año (-32%) o a finales de 2014, cuando el fondo de capital riesgo británico CVC lanzó OPA sobre la aceitera, la mayor del mundo, a 0,39 euros por título. La pérdida desde entonces roza el 50%. La explicación, no obstante, está en los malos resultados de 2016, que reflejaban una pérdida de 179 millones, tres veces más que en 2015, con referencia incluida a la causa de la disolución en la que había incurrido Deoleo, por el desfase entre patrimonio y capital. A esa realidad se añadió después la propia explicación de su cúpula directiva, que alimentó todavía más dudas. La presidenta, Rosalía Portela, apuntó a "una reducción de capital y, en paralelo, una ampliación de menor tamaño", y se refirió a activos sobrevalorados, como la emblemática marca Carbonell, "que no recuperará el valor que tenía". Pero es la estrategia en sí del fondo británico la que suscita las mayores dudas y por varias razones, entre ellas la propia naturaleza del propietario, un fondo de riesgo extranjero y, en consecuencia, sin arraigo, con un modus operandi que se mueve por criterios que nada tienen que ver con un sector estratégico del que dependen miles de familias. En términos de capitalización, Deoleo vale la mitad que hace dos años, 235 millones de euros. No obstante, el Gobierno ha confirmado que no dará ningún paso para entrar en la aceitera y sentarse en su consejo de administración. Sí lo hizo, sin embargo en la tecnológica Indra (la SEPI tuvo un 20%) con el fin de "preservar la estabilidad accionarial". Hay que tener en cuenta que España suministra el 68% las necesidades mundiales de aceite de oliva y que la producción mundial está muy relacionada, según los productores, con la española, como ocurre con los precios. Tendría sentido, desde luego, por la influencia que puede ejercer en la corrección de precios de la aceituna (la materia prima). A eso se ha añadido también una guerra de precios del aceite, que obliga a las compañías a vender a pérdidas o el peligro de una mayor promoción de las marcas italianas en detrimento de las españolas. Pero la realidad es como es: España suministra el 68% del aceite. Rafael Esparza