• "¿Es un precio a pagar razonable? Y la respuesta por supuesto que es sí, de lejos, porque la alternativa es seguir con treinta años más de guerra", agregó el presidente colombiano.
  • Quizá este acuerdo de paz responda a esas "soluciones equitativas" de las que hablaba Juan Pablo II, pues cuenta con el apoyo del actual Papa Francisco.
Colombia no puede castigar a los guerrilleros responsables de crímenes de guerra tan severamente como algunos pretenden si el país quiere un acuerdo de paz para poner fin al conflicto armado que ha causado la muerte a casi 250.000 personas en 50 años, según ha indicado el propio presidente colombiano, Juan Manuel Santos. En una entrevista a Reuters en Nueva York, Santos aseguró que los líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se comprometieron a firmar un acuerdo a más tardar en seis meses, pero advirtió que si los rebeldes izquierdistas rompen su palabra no dudaría en volver al campo de batalla. Durante una reunión histórica la semana pasada en La Habana, el Gobierno de Colombia y líderes de las FARC resolvieron uno de los mayores obstáculos de la negociación de casi tres años, al acordar la creación de un tribunal especial para juzgar a los guerrilleros y a efectivos de las Fuerzas Armadas involucrados. El pacto establece penas privativas de la libertad de entre cinco y ocho años para los que confiesen ser responsables de delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra. Algunos opositores, encabezados por el ex presidente Álvaro Uribe, criticaron el acuerdo porque dicen que acarrea impunidad. Human Rights Watch también ha dicho que no brindará justicia a miles de víctimas, ya que los ex combatientes que colaboren podrían evitar quedar recluidos en una cárcel. "¿Es este el precio que estamos pagando en cuanto a sacrificar algo de justicia?", se preguntó Santos. "¿Es un precio a pagar razonable? Y la respuesta por supuesto que es sí, de lejos, porque la alternativa es seguir con treinta años más de guerra", agregó. El mandatario sostuvo que sólo un "pequeño sector" de la sociedad, motivado por razones políticas, se opone al acuerdo y que millones de víctimas desplazadas por el conflicto están más preocupadas por asegurar que otros no sufran la misma suerte. En estas situaciones, lo mejor es recordar la frase de San Juan Pablo II: "No hay paz sin justicia, ni justicia sin perdón". E invitó a encontrar "soluciones equitativas a los muchos conflictos que afectan al mundo. Y en ese contexto otro Papa, Francisco, no solo bendice el acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC, sino que lo ha promovido. Quizá cabe concluir que este acuerdo de paz responda a esas "soluciones equitativas" de las que hablaba Juan Pablo II, pues cuenta con el apoyo de su 'colega' Francisco... José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com