Sebastián Albella, presidente de la CNMV y antiguo director del despacho Linklaters
La CNVM permitirá las posiciones cortas. O sea que se va a armar. Lo dice uno de los más experimentados operadores españoles en bolsa: “decir que suprimes los cortos porque el mercado está por suelos es como prestarle una pistola a un niño asegurando que no sabe disparar”.
Pero eso es lo que ha hecho Sebastián Albella, presidente de la CNMV.
Un especulador a la baja puede forrarse con una variación de entre el 2 y el 3%. Y en cualquier caso, ¿justo cuando el mercado se mueve entre dientes de sierra o en caída sin límite es cuando los bajistas pueden hacer su agosto.
Sólo como ejemplo, el fondo Blackrock podría convertirse en el prestamista de títulos únicos de todos los bajistas de la bolsa española… y sobrado.
Albella parece olvidar que la principal función de la CNVM consiste en proteger al pequeño inversor que, es junto con la propia compañía, la víctima de bajistas.
La solución, el intervencionismo de la autoridad regulatoria. Algo que fue inventado con la bolsa misma y que la SEC norteamericana llevó hasta el final: si hay una operación que no me gusta la deshago y en paz. ¿Arbitrariedad? Claro, es que estás tratando con especuladores financieros, peces grandes siempre a punto de comerse al ahorrador chico.
Sebastián Albella se caracteriza por ser un buen jurista que no entiende ni entenderá jamás al mercado. Y aspira a renovar como presidente de la CNMV por un segundo mandato.