- Es el peor dato en 16 años: cae al 8,1% entre enero a julio, muy por debajo de las previsiones (8,8%).
- Y siguen otras cifras, decepcionantes, sobre las exportaciones (-4,4%) y las importaciones (-12,5%).
- Menos inversión es similar a la desaceleración.
- En una economía, además, donde imperan los sueldos de miseria para producir barato.
La desaleración china en agosto del año pasado despertó todas las alarmas, que se tradujeron de inmediato en fuerte caídas en las bolsas y un efecto dinamitador en las economías emergentes (especialmente en Brasil). Pues bien, esa crisis, que pone en cuestión el rumbo de la segunda economía mundial y que puede provocar una conmoción global peor que la de 2007, no ha terminado. Este viernes conocemos los datos de la inversión en activos, que crece al ritmo más bajo de los últimos 16 años, tras caer al 8,1% de enero a julio, muy por debajo de las previsiones de los analistas (8,8%), muy atentos a ese país-dos sistemas. Y es que cuando la inversión baja, la actividad económica se desacelera. Julio marca el tercer mes de crecimiento por debajo del 10%. No sólo es el dato acumulado más débil desde 1999; muestra también cómo se está descafeinando el boom del crédito del primer trimestre. Algo, por tanto, no funciona en el gigante asiático, en plena reestructuración de sus sectores industriales más antiguos por las reformas. Es verdad que el consumo es fuerte, pero no así inversión y las exportaciones, que son el músculo del país con sueldos de miseria. La economía no pivota sobre el aumento del consumo, sino sobre la explotación de los trabajadores, para producir barato, y vender más al exterior. El caso del dumping en el sector del acero -que tanto daño ha hecho a empresas como Arcelor- es uno de tantos. Conocemos los datos de inversión tras la publicación de otros, que confirman una renqueante demanda. Las exportaciones bajan un 4,4% y las importaciones un 12,5%. En los dos casos más de lo esperado. Esa debilidad de la demanda (interna y externa) es lo que preocupa, sobre todo si se mantiene en los próximos años. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com