- Reino Unido se desmarca una vez más del espíritu de la Unión: penalizará con hasta cinco años de cárcel a quien alquile casas a los inmigrantes.
- David Cameron ya emprendió en mayo medidas drásticas por su cuenta contra la inmigración irregular.
- La Comisión Europea, mientras, reclama "solidaridad" a los Estados miembros y una acción coordinada en los países, que brilla por su ausencia, para afrontar el problema.
- Frontex estudia, incluso, acudir a empresas privadas por el escaso apoyo técnico de los países europeos.
El Gobierno de
David Cameron se desmarca una vez más del espíritu de la Unión. La última medida del
Reino Unido es exigir a los caseros británicos que no tengan a inquilinos sin papeles en sus hogares. Las penas por acoger a inmigrantes ilegales pueden alcanzar los cincos años de cárcel. La nueva legislación, que se aprobará previsiblemente tras el verano, contempla incluso la expulsión del domicilio a los que pierdan el derecho de asilo o les caduque el visado. En algunos casos, no será necesaria si quiera una orden judicial.
Así es como da salida Londres a la crisis migratoria de Calais.
Pero esta no es una decisión aislada de Reino Unido ante la intensificación del flujo de inmigrantes a través del
eurotúnel. Cameron ya emprendió en mayo un paquete legislativo contra la inmigración ilegal, que convertía en delito conceder un puesto de trabajo a indocumentados.
Mientras, la
Comisión Europea reclama "solidaridad" a los Estados miembros ante el drama de la inmigración. El Ejecutivo comunitario ha recordado que el pasado mes de mayo presentó un plan para manejar mejor esta clase de casos, que incluye la colaboración con los países de origen y el refuerzo de las fronteras de la
Unión Europea. El programa precisa del apoyo de los Gobiernos para la reubicación y acogida de demandantes de asilo y refugiados. Sin embargo, Londres no va a sumarse al proyecto. Se acoge para ello a que su régimen especial le permite no acatarlo.
Entre tanto, la Agencia Europea de Vigilancia de Fronteras (Frontex) estudia acudir a empresas privadas debido a la falta de apoyo técnico por los países europeos. El director adjunto de Frontex,
Gil Arias Fernández, asegura que de poco sirve que "tripliquen el presupuesto si no hay barcos o guardia de frontera en los que utilizar ese dinero".
Arias Fernández tilda de "decepcionante" la respuesta de los estados de la Unión ante los llamamientos para recabar medios".
Entre tanto, 600 nuevos inmigrantes han intentado llegar hoy a Reino Unido de forma irregular a través del eurotúnel. Esta cifra es notablemente inferior con respecto a los 1700 intentos registrados ayer.
Daniel Esparza
daniel@hispanidad.com