• El caso es que tanto Ontinyent como Pollença son las dos únicas cajas pequeñas que quedan en España y que se negaron a convertirse en bancos.
  • Toda la regulación internacional, así como la que promueven el PP y el PSOE, se lo ponen mucho más difícil que a los bancos.
  • Ontinyent duplicó su beneficio durante los nueve primeros meses del año con unos recursos propios superiores a los de muchos bancos.
Contra viento y marea y, sobre todo, contra la pretensión de los reguladores de acabar con las entidades pequeñas, Caixa Ontinyent sigue adelante, generando beneficios y recursos propios que le permiten mirar al futuro con seguridad. Y no hablamos por hablar. Durante la asamblea general ordinaria celebrada en la noche de este jueves, el director general de la entidad, Vicente Penadés, señaló que a 30 de septiembre, los resultados antes de dotaciones y saneamientos alcanzaron los 11,7 millones de euros, de los que 7,6 millones se destinaron a provisiones y 1,1 millones a impuestos. De esta manera, el beneficio neto de la caja fue de 3 millones de euros, un 97,98% superior al de un año antes. Y todo cumpliendo con holgura los requerimientos de recursos propios: el capital 'pata negra' (CET1) alcanzó el 12,42%, superando así el nivel de muchos bancos españoles. Como ven, es posible ser caja de ahorros pequeña, solvente y rentable, a pesar de que toda la regulación internacional, así como la que promueven el PP y el PSOE, se lo ponen mucho más difícil que al resto del sector. Y es que lo pequeño molesta. ¿Qué es más fácil de controlar, seis grandes bancos o cincuenta pequeñas entidades? Además, lo pequeño no suele tener tanto 'glaomur' como lo grande, acostumbrados a grandes despachos en edificios emblemáticos ubicados en los centros financieros de las grandes capitales. Pero a pesar de todo, Caixa Ontinyent y Caixa Pollença han aguantado las presiones recibidas y se han negado a convertirse en bancos. Ahora mismo, son las únicas cajas de ahorros pequeñas que quedan en España. Y no lo están haciendo nada mal. Incluso, se atreven con las nuevas tecnologías. Así, en la asamblea, uno de los puntos que aprobó Ontinyent fue "potenciar medios telemáticos y electrónicos a disposición de los clientes". Por cierto, la asamblea de Ontinyent contó con la presencia de 51 de los 55 consejeros generales, esto es, con el 92,73% del total de consejeros. Nada que ver con los porcentajes de participación y representación que arrojan las sociedades anónimas en sus juntas de accionistas, que apenas suelen superar el 60%. Efectivamente, lo pequeño, además de bello, puede ser solvente y rentable. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com