Como publicó Hispanidad, Telefónica no quiere fusionarse con Deutsche Telekom. Conviene recordarlo
“La fusión en EEUU es para el consorcio un hito histórico”, aseguró este jueves el consejero delegado de Deutsche Telekom, Tim Höttges, durante la presentación de resultados del primer semestre. Y así es: la unión entre T-Mobile y Sprint, aprobada en febrero por las autoridades de Estados Unidos y cuyo valor alcanza los 24.272 millones de euros, supone la creación del tercer operador en EEUU, con unos 130 millones de clientes, sólo por detrás de AT&T y Verizon, con más 150 millones de usuarios cada uno.
Los costes de esa fusión marcaron el semestre. Y provocaron una caída del beneficio de Deutsche Telekom del 9,5%, hasta los 1.670 millones de euros. La facturación, por el contrario, aumentó un 20% y alcanzó los 46.984 millones y el Ebitda se disparó un 28,9%, hasta los 16.966 millones, a pesar del impacto negativo del coronavirus, que se notó especialmente en el negocio de empresas y en el roaming, por las restricciones de movilidad. Lo que más se redujo fue el flujo de caja (-21,5%), que se situó en los 9.107 millones de euros.
La fusión con Sprint marca un antes y un después en el grupo alemán, aunque el impacto de la operación se notará en las cuentas durante los próximos tres años.