• Se caracterizó por ser el banco inglés más parecido a las cajas de ahorros españolas, pero ahora está más cerca del tramposo HSBC.
  • Se olvida de la banca doméstica: negocia la venta de su negocio minorista en Francia, de la que se desprendió en España y Portugal.
  • Tampoco se libra de los escándalos: el último por manipular el precio de los metales preciosos junto a otras entidades.
  • Gana 558 millones de euros (-6,9%) en el primer trimestre y su cifra de negocio baja un 10,7%, hasta los 6.500 millones.
  • Pero estas pérdidas son muy bien acogidas en bolsa: sus acciones suben un 4,2%.
Este miércoles, Barclays ha dado a conocer sus resultados del primer trimestre, que no son precisamente buenos, pues vive inmerso en reducir costes y en salir de lo que ahora considera no estratégico. Y es que más allá de las cifras, hay un hecho a destacar: el banco 'cuáquero' se ha convertido en un muy especulativo banco de inversión. Pero ¿qué es un cuáquero? Un miembro de una doctrina religiosa llamada Sociedad Religiosa de los Amigos, que fundó George Fox en Inglaterra a mediados del siglo XVII y después se extendió a EEUU. Dicha doctrina protestante está considerada históricamente como pacifista, tal y como puede verse en la película La gran prueba, de 1956, que protagonizó Gary Cooper. Además, la RAE subraya que no tiene culto externo ni jerarquía eclesiástica y se distingue por lo llano de sus costumbres. Los orígenes de Barclays se sitúan en el año 1690, cuando los cuáqueros John Freame y Thomas Gould fundaron un negocio de joyería y banca en Lombard Street (Londres). Unos años más tarde, en 1736, entró como socio otro cuáquero, James Barclay, yerno de Freame. En aquella época, otras muchas familias cuáqueras estaban al frente de negocios bancarios y en 1896, veinte de ellas se unieron para crear un nuevo banco, Barclay and Company, cuya dirección dejó de ser familiar y se profesionalizó. Barclays siempre se caracterizó por ser banco inglés más parecido a las cajas de ahorro españolas, ya que se dedicaba a la banca doméstica -que es el verdadero negocio-, pero ahora está más cerca del tramposo HSBC. Es decir, se ha olvidado de la banca doméstica y ha optado por convertirse en un muy especulativo banco de inversión. De hecho, ahora negocia en exclusiva con AnaCap Financial Partners la venta de su negocio minorista en Francia. Un movimiento que no es nuevo, pues también se desprendió de su red en España y en Portugal: en nuestro país, se la compró Caixabank y en el país vecino, Bankinter. Pero el banco inglés tampoco se ha librado de los escándalos. El último de ellos por manipular el precio de los metales preciosos junto a otras entidades (Deutsche Bank, HSBC, Société Générale, Scotiabank y UBS). Claro que el verse inmerso en escándalos también le ha conllevado sanciones y multas. En concreto, está entre los diez grandes bancos de inversión que acumulan multas por 134.000 millones de euros en los últimos siete años por prácticas fraudulentas, según el informe Corlytics recogido por Financial Times. Vayamos con los resultados. El banco inglés ha ganado 558 millones de euros (-6,9%) en el primer trimestre y su cifra de negocio ha bajado un 10,7%, hasta los 6.500 millones. Unas pérdidas que han sido muy bien acogidas en bolsa: sus acciones han subido un 4,2% en la apertura y junto al alza de las de Adidas han permitido que los mercados financieros europeos abrieran estables. Al mismo tiempo, la partida destinada a cubrir impagos de crédito y provisiones (¿esperará nuevas sanciones por otros escándalos?) ha ascendido a 571 millones ( 14,7%). "Seguimos buscando reducir costes y estamos en camino de cumplir nuestras previsiones de 2016 para el negocio estratégico", señaló James E. Staley, Ceo del banco. Además, mantienen la confianza en las franquicias estratégicas y su capacidad para seguir reduciendo las no estratégicas, aunque son cautos a medida que se acerca el referéndum sobre la UE del 23 de junio, donde Reino Unido dirá sí o no al 'Brexit'. Cristina Martín cristina@hispanidad.com