El CEO de Barclays, James E. Staley, prevé un 2020 aún más complicado
El tercer trimestre ha sido muy complicado para algunas entidades del Reino Unido a cuenta de la comercialización de seguros de protección de pagos (PPI). Los colocaron de una manera inadecuada y los clientes reclamaron. Ahora, en el tercer trimestre, la entidad ha tenido que provisionar 1.400 millones de libras (unos 1.620 millones de euros) para hacer frente a la situación. El beneficio entre julio y septiembre se convirtió en pérdida de 292 millones de libras, unos 338 millones de euros. En total, la provisión para hacer frente a las reclamaciones por el PPI asciende a 11.000 millones de libras (12.727 millones de euros).
Al RBS también le ha sucedido lo mismo y ha destinado, en el tercer trimestre, entre 600 y 900 millones de libras por el mismo concepto.
Lo cierto es que 2019 no estaba siendo malo. Según las cuentas publicadas este viernes, el beneficio de Barclays de los nueve primeros meses alcanzó los 1.780 millones de libras (en euros, 2.060 millones), un 10,5% más que en 2018 y los ingresos subieron un 1,7%, hasta los 16.331 millones de libras (18.896 millones de euros). Es más, el tercer trimestre, provisiones aparte, también fue positivo, con un crecimiento del 8% de la cifra de negocio, hasta alcanzar los 5.541 millones de libras (6.410 millones de euros).
El CEO de la entidad, James E. Staley, ya piensa en cómo será 2020, y no es muy optimista. “Las perspectivas para el próximo año son indudablemente más desafiantes ahora de lo que parecían hace un año, en particular dada la incertidumbre en torno a la economía del Reino Unido y los tipos de interés”, ha señalado.