• 600 suscriptores solicitan 6,3 millones de euros.
  • La ya tradicional frontera entre particulares e institucionales a lo mejor hay que revisarla.
  • Aunque ha sido avalada por el Tribunal Supremo.
  • En cualquier caso, en la entidad no esperan clemencia: en la judicatura se ha puesto de moda castigar a los jueces.
  • Y ojo, la clave pasa ahora de la falsedad documental a la ausencia de información, cuestión menor, aunque no menos onerosa.
Macrojuicio sobre la oferta pública de venta de acciones de Bankia, mañana del jueves 4, en Madrid. 600 suscriptores de la OPV de Bankia solicitan 6,3 millones a la entidad. Un abogado espabilado se ha forrado reuniendo reclamaciones y ahora aprovecha la reciente sentencia del Tribunal Supremo que da la razón a dos demandantes. Bueno, la verdad es que lo del Supremo tiene delito porque anuncia en un comunicado de prensa la sentencia siete días antes de hacerla pública. En cualquier caso, el Tribunal Supremo ratifica la ya casi tradicional doctrina de que todo depende de la cultura informativa del sujeto agente: si el cliente sabía los riesgos es culpable, si no lo sabía es inocente y Bankia debe resarcirle. Ahora bien, volvamos a la vista de la mañana del jueves, porque a lo mejor la cuestión no resulta tan simple. Repito 600 demandas. La jueza elige dos ejemplos. ¿Quién sale? Dos personas jurídicas: una patronal y una Corporación empresarial. Se dicen engañados aunque también reconocen que, como tenían créditos de Bankia y querían seguir accediendo a los mismos, optaron por comprar acciones de Bankia. ¡Pues vaya ejemplo de falta de información y de cultura financiera! Y a pesar de todo, seguro que castigan a Bankia. Nadie va a revisar la frontera, bastante difusa, entre cultura e ignorancia financieras. Porque últimamente han surgido  demasiados ignorantes confesos. Total, que apuesto doble contra sencillo a que Bankia será condenada. Lo cual, no se equivoquen, no perjudicará a José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, ni tan siquiera a la misma entidad: perjudicará a todos los españoles que correremos con la factura. Eso sí, a escote. Eulogio López eulogio@hispanidad.com