- Se trataría de que toda la vieja guardia del PP se jubilara, Soraya incluida.
- El ex presidente del PP brama contra el presidente en funciones: Rajoy debió intentar formar gobierno.
- No jugar el partido es ofrecerle la victoria al contrario.
- El expresidente del Gobierno y la expresidenta madrileña están convencidos de que Sánchez formará gobierno con Ciudadanos y Podemos, de una y otra forma.
- Y además, Aznar insiste en que Rajoy debe dimitir y dar paso a otro más joven y no quemado por la corrupción.
- Hay un solo votante en España que piense que Rajoy puede repetir como presidente: Mariano.
- Hay un solo votante en España que piense que Sáenz de Santamaría puede ser la primera mujer presidenta de España: Soraya.
- Rajoy y Soraya están escondidos pero no deprimidos.
El PP es como una olla a punto de explotar. La indignación crece pero nadie se atreve a decirle a Rajoy dos cosas: la primera, que debió jugar el partido de la investidura.
Negarse a jugar el partido es darle la victoria al contrario. Y
Pedro Sánchez, el mayor cretino político de los últimos tiempos, se ha crecido ante la indolencia, por no decir cobardía, de
Rajoy. Natural.
Lo segundo que no se atreven a decirle a
Rajoy es que
debe retirarse, que él no es la solución, es el problema. Debe rejuvenecer el partido y
debe marcharse con toda su vieja guardia -perdón por lo de vieja, pero eso también afecta a su segunda,
Soraya Sáenz de Santamaría- y ser sustituido por alguien que no esté quemado con la corrupción. Una nueva etapa.
Pero se necesita un sustituto.
José María Aznar y Esperanza Aguirre tiene a su hombre:
Pablo Casado (
en la imagen). No da mal en los medios, es joven, nada que ver con la corrupción (no le ha dado tiempo) pero sin experiencia de Gobierno. Es igual.
Aznar y Aguirre están pensando en una refundación. Y por cierto,
Aznar es el que más brama contra Mariano.
Pero Rajoy no se echa a un lado. En España sólo hay un votante que piensa que Rajoy aún puede repetir en Moncloa:
Mariano. Y sólo hay una votante que piensa que
Sáenz de Santamaría puede llegar a ser la primera mujer presidenta del Gobierno: Soraya. Pero solo ellos. Y ambos están escondidos pero no deprimidos.
El problema es que
refundar el partido exige cuatro años en la oposición y no todas las viejas glorias están dispuestas a abandonar. Y no sólo hablo de
Javier Arenas.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com