• Un magistrado ordena investigar pruebas contra la expresidenta.
  • La justicia le investiga por presunto encubrimiento de los iraníes acusados de perpetrar el atentado contra la mutual judía AMIA.
  • El fiscal Nisman denunció que el Gobierno kirchnerista por la firma de un oscuro memorándum con Irán en 2013.
  • Poco después, Nisman falleció y más de dos años después, aún no se sabe si se suicidó o si fue asesinado.
Un magistrado ordenó medio centenar de medidas de prueba contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa que la investiga por presunto encubrimiento de los iraníes acusados de perpetrar el atentado contra la mutual judía AMIA, informa El País. La causa se basa en la denuncia presentada por el fiscal Alberto Nisman contra Fernández en enero de 2015, cuatro días antes de ser hallado muerto de un tiro en la sien en su apartamento, en circunstancias aún sin aclarar. Nisman denunció que el Gobierno kirchnerista firmó un memorándum con Irán en 2013 que preveía tomar declaración a los procesados en la causa AMIA a cambio de la retirada de las órdenes de captura de Interpol y de la firma de convenios comerciales bilaterales. El juez Daniel Rafecas rechazó dos veces la acusación por "inexistencia de delito" al argumentar que ni el memorándum, ni los acuerdos comerciales ni la petición a Interpol se concretaron. Pero el pasado diciembre, la Cámara Federal de Casación Penal ordenó apartar al juez y reabrir la causa, que ahora avanza a gran velocidad. El nuevo magistrado, Ariel Lijo, delegó la investigación en el fiscal Gerardo Pollicita, al frente de la investigación desde sus inicios, hace dos años. En su fallo, Lijo le pidió instrumentar las medidas de pruebas que había solicitado en ese momento para averiguar si existió "un plan delictivo destinado a encubrir y dotar de impunidad" a los presuntos autores del atentado contra la AMIA, que causó 85 muertos en 1994. Entre las futuras acciones del fiscal se esperan allanamientos, citación de testigos y cruce de llamadas entre los acusados. Además de la expresidenta argentina está el entonces canciller, Héctor Timerman, legisladores y militantes kirchneristas. Fernández siempre ha negado cualquier posibilidad de encubrimiento. Su argumento es que una decisión de Estado, como puede ser un acuerdo bilateral entre gobiernos, no es materia de análisis penal. Mucho menos que se considere a los ministros como parte de una banda destinada a ocultar pruebas. Pero Nisman llevaba 11 años al frente de la causa AMIA y su muerte confusa puso todas las miradas en la última denuncia que el fiscal presentó ante la Justicia. La Justicia tampoco ha podido esclarecer cómo murió Nisman. Más de dos años después, aún no se sabe si se suicidó o si fue asesinado, aunque esta última hipótesis -defendida desde un primer momento por la familia- ha cobrado fuerza desde que la causa pasó a manos de un juez federal. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com